El Informe sobre el Fraude al Seguro Español 2012 que ha elaborado la Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones ha constatado un incremento del 11,9% en los intentos de estafar a las aseguradoras. El número de casos detectados en todo el país ha pasado de 130.959 casos analizados en 2011, a 146.792 en 2012. En la ciudad autónoma, el crecimiento de los intentos de fraude ha aumentado todavía más, pasando de 196 a 226 (15% al alza).
Según los datos de la Asociación Empresarial del Seguro (UNESPA), esos 146.792 casos habrían tenido un coste para el resto de los asegurados de 563 millones de euros. Sin embargo la detección e investigación de los mismos permitió abonar solo 151,9 millones, que era la cantidad real a la que se tenía derecho, suponiendo un ahorro de 411 millones de euros que se habrían pagado indebidamente si no se hubiera detectado y evitado estos intentos de fraude, es decir se ha ahorrado para el conjunto de asegurados un 73% del importe inicialmente reclamado, lo que se traduce en menos siniestralidad para el conjunto de clientes.
Por tipología de fraude, en el seguro del automóvil (donde se dan la mayoría de los intentos de estafa: 207 de los 226 del año pasado en Ceuta) y en los seguros personales, los intentos de estafa más habituales son la ocultación del daño o preexistencia del mismo, como intentar asegurar un vehículo después de haber sufrido un accidente.
En la categoría de seguros diversos, donde se encuadran entre otros los multirriesgos (17 casos en la ciudad el año pasado), el 31% de los intentos de fraude están directamente relacionados con siniestros simulados, según las cifras de la patronal de aseguradoras.
Aumentan los intentos de estafa de baja cuantía
En el año 2012 se produjo un “notable” incremento (20%) de los intentos de fraude de baja cuantía, hasta 500 euros, “lo que es compatible, aunque no justificado, con el actual escenario de crisis”, a juicio de las aseguradoras. En previsión de este aumento de fraude, las empresas ya habían incrementado la inversión en detección y prevención del mismo respecto a años anteriores. En concreto, en 2012 se destinó a combatir el fraude más de 9,5 millones.