Pues bien, de pronto les salieron de ambos lados un total de seis jóvenes, que no superaba ninguno de ellos los quince años.
Emboscada
Tal y como relataron a este periódico los miembros del Servicio de Extinción de Incendios que actuaron en la barriada del Príncipe Alfonso era una emboscada a toda regla. De pronto comenzaron a llover piedras de un lado y de otro. Los bomberos intentaron cubrirse de la mejor manera posible para que no les llegara ningún impacto.
Sin embargo, tanto el cristal delantero del coche cuba como el de la pick-up quedaron destrozados y como decían los propios afectados, “gracias a Dios que ninguna de las piedras entró en cabina y nos da, porque entonces ahora mismo nos estaríamos lamentado de que algunos de los compañeros hubiera resultado herido grave”.
Señalan que vivieron momentos de auténtico pánico, “porque nosotros vamos a intentar ayudar a los ciudadanos y resulta que nos reciben a piedras seis desalmados que, además ninguno iba cubierto por ningún pasamontañas, iban totalmente descubiertos, no temían que se les pudiera reconocer desde luego”. Los minutos se les hicieron eternos. Calculan que entre veinte o veinticinco impactos han podido recibir ambos vehículos. De pronto, al igual que empezaron a lanzar las piedras desaparecieron en la oscuridad de la noche.
Apedreamiento
Una vez que finalizó el apedreamiento llegaron los agentes de la Policía Local que acudieron tal y como marca el protocolo que recientemente se acordó con la Jefatura del Cuerpo Nacional de Policía, pero sin embargo, a pesar que fueron avisados los miembros de esta Fuerza de Seguridad ninguno apareció y los bomberos quieren saber las razones que ha llevado a que se incumpla una vez el protocolo, “porque al fin y a la postre nos tienen que dar escolta y nada de nada”.
Van más lejos e incluso aseguran que la próxima vez no van a salir hasta que no sepan que están allí los policías, “porque cualquier día va a ocurrir una desgracia y al final seremos nosotros los que pagaremos el pato”.
Lo cierto es que parece que este nuevo apedreamiento ha colmado el vaso de la paciencia de los agentes del Servicio de Extinción de Incendios de nuestra ciudad quienes, seguramente, a lo largo del día de hoy se reunirán con su máximo responsable para exponerle la situación y que éste a su vez se entrevista con la consejera de Presidencia, Gobernación y Empleo para que se pregunten las razones por las cuales no contaron en la jornada de ayer con la debida protección tal y como marco el mencionado protocolo. Por lo tanto hoy habrá novedades a este respecto seguro.