Agentes de la Policía Nacional pertenecientes a Seguridad Ciudadana sorprendieron in fraganti a un marroquí cuando intentaba robar en un caravana que estaba estacionada en el parking de la estación marítima. Al sorprenderle cuando se colaba por una de las ventanas del vehículo, los agentes le detuvieron, comprobando que ya había revuelto parte de las propiedades que su legítimo dueño tenía en el interior.
Lo curioso es que cuando presentaron al llamado A.A., de origen marroquí, ante la Jefatura Superior, se pudo saber que además de tener ya varios antecedentes a sus espaldas, tenía una orden de prohibición de entrada en el país dictada por un juzgado. A pesar de ello había entrado por el Tarajal buscando la comisión de más delitos.
En una nota de prensa la Jefatura Superior ha hecho constar que el detenido, en el momento de ser interceptado, respondió de forma agresiva contra los agentes, resultando uno de ellos lesionado.
Al detenido se le ha vinculado con un robo con fuerza, además de atentado contra agente.
La detención de este sujeto hay que encuadrarla en una serie de sucesos que se están repitiendo en demasía en la ciudad, que son aquellos protagonizados por individuos extranjeros sobre los que pesan órdenes de expulsión en vigor pero que, aun y todo, consiguen entrar a los pocos días de practicarse su entrega a Marruecos sin problema alguno.
El propio delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, ya advirtió de que se están planificando medidas para evitar estas situaciones.