Pasadas las cuatro de la tarde comenzaron a movilizarse las unidades del Servicio Marítimo, primero, y la de los GEAS, después. Sus agentes contaron con las indicaciones de este buceador que no dudó en arrojarse de nuevo al mar para orientar a los guardias civiles sobre el punto concreto en donde había visto el cuerpo. Después dos agentes especialistas de los GEAS se encargarían de sacarlo a la superficie, subirlo con ayuda de más compañeros a la goma y trasladarlo, ya sobre las cinco y media de la tarde, hasta el puerto deportivo.
Allí, tras el análisis superficial realizado por el forense, se ordenó el levantamiento del cadáver y su posterior traslado a la sala de autopsias donde en el día de hoy está previsto que pueda ser examinado para comprobar las causas exactas de la muerte y el tiempo que llevaba en el mar.
De una manera estimada se baraja que, al menos, el varón rescatado llevaba tres días muerto. Iba vestido con ropa de calle y no llevaba ningún tipo de protección.
La Benemérita mantiene la hipótesis de que pueda tratarse de la otra persona que cayó de una patera la semana pasada, después de que fuera recuperado el cadáver de una mujer por agentes marroquíes. Del segundo ocupante de esa embarcación, cuyo patrón fue detenido, nunca más se supo.
Colaboración ciudadana en el rescate
Los agentes de la Guardia Civil pertenecientes a las patrullas que, desde tierra, seguían el rescate del subsahariano, agradecieron personalmente al joven Abdeluahed Abdeselam su implicación para ayudar en la localización del cuerpo, lo que fue de gran ayuda a los GEAS a la hora de sacarlo a la superficie. Este hombre fue quien encontró el cuerpo mientras realizaba pesca submarina y volvió a lanzarse al mar para situar la zona en que se encontraba.
Un grupo de 6 subsaharianos llega hasta la playa de Calamocarro
Patrullas de la Guardia Civil recogieron la pasada madrugada a seis inmigrantes subsaharianos tras conseguir llegar a la playa de Calamocarro. El servicio se llevó a cabo pasadas las cuatro y media de la madrugada, después de que la balsa con los inmigrantes bordeara el espigón de Benzú sin que las fuerzas marítimas marroquíes les interceptaran. Así pudieron llegar hasta la zona de Calamocarro, aproximándose hasta la playa en donde, ya en pie, abandonada la balsa, fueron localizados por patrullas del Instituto Armado.
La Guardia Civil había detectado la presencia de la balsa, pero se coordinó la recogida de los inmigrantes por parte de las patrullas rurales debido a que por sus propios medios habían conseguido alcanzar la arena.
Posteriormente los seis subsaharianos, que no necesitaron de asistencia sanitaria, fueron trasladados hasta la Jefatura Superior para proceder a su filiación y posterior ingreso en el CETI.
Esta llegada se produce 24 horas después de la marcha de un pequeño colectivo de nigerianos que han sido identificados por su país y que van a ser, probablemente y si se cumplen los plazos, repatriados a su país. Ellos han protagonizado una de las escasas entradas que se están produciendo por mar siempre a través de la Bahía de Beliones, ante el bloqueo producido en el Tarajal