El resultado fue dramático. Una mujer, joven, subsahariana, era encontrada flotando boca abajo por una patrullera marroquí que acudió hasta el lugar alertada por la situación. Su cuerpo era trasladado a la playa de Beliones, mientras la Benemérita solicitaba una ambulancia con urgencia que se personó en el lugar. Nada pudo hacerse por la mujer ya que falleció al poco de caer al mar, por lo que se estima que su muerte por ahogamiento fue prácticamente inmediata.
El otro inmigrante -se desconoce si es varón o también mujer- no ha sido localizado al cierre de esta edición a pesar de que durante toda la jornada unidades españolas y marroquíes batieron insistentemente la bahía. Alertados los servicios de Tarifa Tráfico, participó además la Salvamar ‘Gadir’ y el helicóptero ‘Helimer’. Dicha persona, que se confirma que tampoco llevaba chaleco, no ha sido encontrada. Patrullas de la Benemérita rastrearon también las inmediaciones de Benzú ante la posibilidad de que pudiera haber llegado a la playa, sin éxito alguno, descartándose dicha idea.
Sobre el escenario limítrofe entre Benzú y Beliones se organizaba un amplio dispositivo de búsqueda y trabajo conjunto entre unidades marroquíes y la Guardia Civil. Desde el Instituto Armado se facilitó a los agentes marroquíes los datos que habían obtenido de la patera de pesca huida. Una información clave, ya que pocas horas después se confirmó que Marruecos había localizado la embarcación y detenido al patrón, al que, de entrada, se le va a vincular con la muerte de la mujer encontrada y la desaparición del otro inmigrante, en lo que era un claro delito contra los derechos de los extranjeros.
Hasta la playa de Beliones se trasladaron agentes de distintos cuerpos y unidades marroquíes, además de mandos de la Judicial, para llevar a cabo la investigación. El médico forense marroquí certificó la muerte de la joven, que fue trasladada a una ambulancia para, desde allí, llevarla al depósito. Sobre la arena quedaba el palé de madera que se usó a modo de camilla además de una embarcación marroquí que quedó destrozada tras el operativo llevado a cabo en el día de ayer.
Tanto Servicio Marítimo como los GEAS, por parte de la Benémerita, no cesaron en las labores de búsqueda de la persona desaparecida y que, se baraja, habría sido trasladada por la corriente y tragada en un mar que ha sido testigo ya de demasiadas muertes.
La historia en imágenes
El auxilio prevaleció sobre la persecución
Desde el momento en que la Guardia Civil fue testigo de cómo los dos inmigrantes caían al mar prevaleció su auxilio antes de intentar detener al patrón de la embarcación. Se rastreó la zona, algo a lo que se sumaron unidades marroquíes alertadas por lo sucedido. Se consiguió el rescate de la mujer aunque nada pudo hacerse para salvarle la vida. Se intentó la localización de la segunda persona sin éxito. Aunque el patrón huyó, después fue detenido. Las fotos son de Quino y Reduan Ben Zakour.
La entrada en barcas de pesca, un método de pase
Las fuerzas de seguridad llevan tiempo sospechando que algunas de las entradas de inmigrantes que, por goteo, se están produciendo en la ciudad tenían que estar necesariamente relacionadas con pases realizados por embarcaciones. Entre éstas, las de pesca. Pateras que cruzan a diario por la Bahía de Beliones sin levantar más sospechas porque forman parte del ir y venir de los pescadores que tradicionalmente se ven por la zona. Pero no todos persiguen las básicas labores vinculadas a la pesca, entre ellos se infiltran patrones que buscan ganarse un dinero colando inmigrantes, a los que cobran por garantizarles la llegada al otro lado de una forma más segura que la ocupación de una balsa playera.
Pues bien. Ayer es lo que ocurrió. Las maniobras sospechosas llevadas a cabo por esta patera de pescadores, en torno a las 7.30 horas, movió a la Benemérita a prestarle especial atención, comprobándose que efectivamente se estaba intentando llevar a cabo un pase de inmigrantes.
Lo que nunca iba a sospechar la Benemérita es que el titular de la patera iba a abandonar a su suerte a la pareja, escapando del lugar, dejando en el mar a dos personas que, sin chaleco salvavidas, iban a verse atrapados. Y así ocurrió, sin reparo alguno, las dos personas que ocupaban la patera cayeron o fueron empujados o instados a abandonarla para facilitar la huida del patrón. La mujer fue encontrada poco después, ahogada, mientras que a su compañero o compañera todavía no se le ha encontrado, ni en aguas españolas ni marroquíes.
El suceso provocó una gran consternación en los agentes, por la falta de humanidad del piloto de la embarcación. Pero también lo hizo entre los propios vecinos de Benzú, que se convertían en testigos del dispositivo de búsqueda organizado en plena Bahía y que se extendió durante horas.
Los dos inmigrantes procedían, a todas luces, del bosque de Beliones, convertido en lugar de espera de decenas de hombres y mujeres que esperan el momento de cruzar al otro lado. La semana pasada eran cinco los subsaharianos que, motu propio, sin contar con patrón alguno, se hacían con una balsa para llegar al otro lado. En esta ocasión sí que su historia terminó con final feliz, ya que la Guardia Civil pudo rescatarlos con vida al caer al mar desde su balsa.