Tras cuatro años de su implantación, las centrales sindicales no aprecian rentabilidad
UGT y CCOO plantearán al Gobierno una propuesta conjunta de los agentes sociales para autorizar la apertura de establecimientos comerciales los domingos y festivos de 2018.
El comercio local atraviesa un periodo prolongado de crisis como consecuencia del descenso de la demanda. Entre los intentos de superar esta situación una de las medidas planteadas fue la liberalización de los horarios comerciales, una medida que sólo existe en la Comunidad de Madrid.
Después de cuatro años desde su activación, CCOO ha evaluado esta medida asegurando que la apertura de 52 domingos y 14 festivos al año “no ha supuesto un aumento proporcional de la demanda y no resulta rentable en términos económicos para las empresas”. Este hecho, unido a la necesidad de no “perder competitividad” respecto a los líderes del sector, ha obligado a muchas empresas a abrir sus establecimientos aun siendo conscientes de que esta ampliación de horarios suponía “incurrir en pérdidas”.
Llegado a este punto, son muchas las empresas que continúan abriendo los establecimientos pero “reduciendo costes”, lo que quiere decir que o bien “se amplían de hecho (pero no de derecho) las jornadas de los trabajadores ya existentes”, o se “omiten” los pluses previstos en el convenio para compensar esta eventualidad. Además, recuerdan que en un contexto de “miedo a perder el empleo”, las denuncias de los trabajadores son muy escasas. “En la ciudad del paro y la precariedad no se pueden pedir comportamientos heroicos”.
La conclusión alcanzada por el sindicato es que el modelo de “apertura total no ha respondido a las expectativas creadas”, en cuanto “el incremento de la demanda debe venir auspiciado por otras medidas, entre ellas un cambio en la política de frontera”.
El “desorden” del sector al que alude el sindicado está ocasionando “enormes perjuicios a numerosos trabajadores y multitud de empresas (en especial a las más modestas).
Por todo ello, las dos centrales sindicales exigen una revisión de este modelo de forma que, sin renunciar al objetivo de ampliar en lo posible la demanda del sector, “se ajuste mejor a la realidad y se haga de una forma más equilibrada”.