Al consejero de Barriadas, García Castañeda, no le han dolido prendas en reconocer que han llegado a encontrarse los aparatos de algún parque infantil situado en una barriada despeñado en un barranco, en una demostración inequívoca del salvajismo de determinados ciudadanos. Y es que ahora se ha abierto una polémica con la decisión tomada por el área cuyo responsable es el mismo consejero de retirar de tres o cuatro barriadas los parques infantiles que se habían instalado en las mismas, porque los mismos han sido objeto de ataques vandálicos y no se está dispuesto en estos momentos de crisis a invertir una cantidad ingente de dinero en reparaciones que son casi continuas.
El consejero indica que en algunos momentos siente impotencia ante esta situación, porque como antiguo dirigente vecinal, hoy en día los núcleos de población cuentan con una serie de ventajas con las que no se contaban por ejemplo hace treinta años, "porque es lógico y la vida va cambiando".
Denunció que el coste de estos parques infantiles están entre los cincuenta y sesenta mil euros y que hoy en día, al menos el cincuenta por ciento de las barriadas de nuestra ciudad cuentan con las mencionadas zonas recreativas.
Por supuesto, tiene muy claro que los vecinos no son culpables, porque "ellos no tienen la obligación de vigilarlos, pero no es normal que a los veinte días de instalar un parque nos encontremos que lo han tirado por un barranco".
Ahora por ejemplo se va a retirar el parque infantil que está situado en la barriada de Zurrón porque el mismo ya ha cumplido con su tiempo de vida y será sustituido por otro, ya que se entiende que en la misma se le ha sacado un buen rendimiento.
Los parques que se han retirado se han situado en zonas comunes de varios núcleos de población para que puedan ser disfrutados por más niños ceutíes.