Para la consejera de Asuntos Sociales, Rabea Mohamed, la jornada de ayer fue buena porque por fin se contaba con un reglamento de alojamiento alternativo y que no se podía olvidar que se trataba de una ayuda económica que intentaba paliar la situación, “pero no es una receta milagrosa”. Por su lado, Fátima Hamed en nombre de Caballas dijo que era un documento rígido que no atendía las necesidades de quienes lo iban a necesitar y que dejaba fuera a muchos ciudadanos que no cuentan con suficientes recursos materiales.
Para Carracao no se había aprovechando la oportunidad y que era un documento peor del que existía y que era un reglamento que iba en contra de los ciudadanos de Ceuta, “habiendo aprovechado el Gobierno la excusa de la propuesta que hicimos para que se redactara un reglamento sobre estos aspectos”.