Francisco Vega quiso ser previsor y su buena intención le costó ayer unos cuantos euros de más. Este joven, ceutí de nacimiento y residente en la ciudad, vio como ayer el trabajador de la naviera en la que finalmente cruzó el Estrecho le negó el certificado que había tramitado el 31 de julio y que acredita su residencia en la ciudad. Concretamente, el documento consta como ‘Certificado de inscripción padronal individual’ y tiene validez hasta enero de 2013. “El chico de la oficina me ha dicho que no lo podía aceptar, casi de forma automática en cuanto me lo ha visto sacar”, explicó Vega apenas dos horas después de haber arribado a Puerto de Ceuta. “Saqué el documento en cuanto se avisó de la nueva normativa, para quitarme problemas y ahorrarme colas”, dijo indignado, “incluso ahora lo expiden de forma gratuita y yo pagué dos euros”.
Con todo esto, Vega se vio obligado a abonar la totalidad del billete con tarifa de no residente “aunque al menos sí que me he podido beneficiar del descuento por carné joven” de tal manera que el precio final (que para un no residente, sin aplicar el carné joven, es de 15,50 euros) fue de 25,30 euros. Un testimonio más de los problemas que las compañías navieras están poniendo a no pocos residentes caballas que, por querer ser previsores, ven como les rechazan sus certificados cuando son totalmente válidos.