Ayer dio inicio el Campus de gimnasia rítmica en el ‘Molina’ con las entrenadoras Nazaret Santano y Esther Rodríguez. Las técnicos vienen acompañadas por cuatro gimnastas del club Hadar, que mostrarán su forma de trabajar para ayudar a las chicas ceutíes
El Campus de gimnasia rítmica dio ayer sus primeros pasos, con las clases diarias que se desarrollarán en el ‘Guillermo Molina’. Más de sesenta niñas se dieron cita en las instalaciones del pabellón para aprender ciertos aspectos con las entrenadoras nacionales, Nazaret Santano y Esther Rodríguez.
Las técnicos, que repiten en el Campus, vienen acompañadas por cuatro gimnastas del club Hadar, que quieren mostrar su forma de trabajar y ayudar en todo lo posible a las chicas ceutíes.
Las entrenadoras hablan sobre el inicio de las clases y lo que pueden aprender durante las mismas. Nazaret Santano, una de las técnicos, comentó las pretensiones para este año “los objetivos del año pasado se cumplieron y han seguido trabajando con muchas ganas. A la vista está que los resultados están llegando a Ceuta. Las niñas están avanzando y eso es importante”.
Esther Rodríguez también comentó lo que se va a aprender en estos cinco días de entrenamiento y resaltó que “vamos darle otros tipos de conocimientos tanto de técnica corporal como de técnicas de aparatos, durante estos días además de enseñarle esos aspectos. Vamos a mostrarles el camino para la realización de unos montajes que se verán luego en la exhibición del sábado”.
Esta edición tiene como novedad la presencia de cinco gimnastas del club Hadar, que compiten a un alto nivel. “Nos lo ofrecieron el año pasado pero no pudimos traerlas. Las demás gimnastas las ven como referencia y ejemplo, lo que es importante en este deporte”, añadió Nazaret Santano.
En Ceuta, el nivel de la gimnasia rítmica ha subido en los últimos años. En este sentido, Esther Rodríguez recalcó que “está aumentando bastante, de un año a otro se ha notado. Es importante que vengan otras entrenadoras a darte otras opiniones. Cuando te metes tanto en tu trabajo, no ves más allá”.
Las dos entrenadoras hablan sobre el esfuerzo que tienen que hacer las gimnastas durante todo el año. “Son muchas horas de entrenamientos y en ciertas edades cuesta mucho. Creemos que es duro, pero con esfuerzo y sacrificio siempre hay recompensa”.
El Campus seguirá durante cinco días hasta que el sábado se desarrolle una exhibición final con todas las gimnastas. Serán horas de entrenamiento para mejorar y aprender de las mejores.