Parece que ya no hay ocasión en que coincidan en apreciaciones tanto el consejero de Economía, Hacienda y Recursos Humanos, Guillermo Martínez como el secretario general de los socialistas , José Antonio Carracao, en que no vuelva a aparecer el tema que les lleva enfrentando desde la celebración del último pleno ordinario: concretamente, la supresión o no, según el punto de vista, de las dietas que cobran los diputados por acudir a las sesiones plenarias.
Pues bien ayer nuevamente sería el mismo Carracao el que avanzó en la comparecencia que tuvo ante los medios de comunicación el que abordó que si desde luego por parte del ejecutivo se hubiera aprobado la medida de suprimir las dietas de asistencia a pleno, tal y como ellos propusieron, por ejemplo, no hubiera hecho falta incrementar el Impuesto de Actividades Económicas, donde se pretende recaudar algo más de cuatrocientos mil euros. Un extremo que abonarán nada más que las empresas radicadas en Ceuta que tienen un volumen de facturación anual superior al millón de euros.
Como era lógico, cuando un rato después de Carracao se sentó en la sala de prensa del Palacio de la Asamblea el consejero los medios de comunicación le preguntaron sobre el particular.
Y la opinión del miembro del ejecutivo de Juan Vivas fue la misma que ya ha repetido en alguna ocasión durante las últimas fechas. Es decir, que los diputados del PSOE tienen las puertas abiertas para renunciar a sus dietas por asistencia a pleno cuando lo deseen, lo que unido a renunciar a la transferencia que reciben para los gastos de funcionamiento como grupo político y la eliminación de los tres puestos de confianza que tienen, el dinero que resultaría de toda esa operación sería muy parecido a medio millón que significaba que todos los políticos renunciaran a las dietas de asistencia a pleno.