Este es el segundo ejemplar que nace en los últimos años en el mismo San Amaro y forma parte ya de la cuadrilla de ciervos (con él son ya ocho) que integran la identidad de este parque. En diciembre del pasado año murió uno de los machos tras ser atacado por otro en la lucha, en época de berrea, por una de las hembras. Los ciervos machos que hay en las jaulas están haciéndose ya grandes y se está volviendo a dar la coincidencia de varios ejemplares que, ya como adultos, pueden volver a protagonizar enfrentamientos que terminen con la muerte de alguno de ellos si no se toman medidas a tiempo. De hecho se han dado dos muertes así, ya que intentan dominar tanto el territorio como la hembra. Los enfrentamientos forman parte de la época de celo pero si a eso se le une un escaso espacio, las condiciones de hacinamiento provocan que los niveles de agresividad aumenten, al no existir posibilidad alguna de huida tras una pelea. Partidos políticos como el PACMA ya han denunciado esta situación, advirtiendo a los responsables del Parque de la necesidad de adoptar medidas antes de que las condiciones sean peores porque, de seguir así, se van a producir los mismos resultados.
Mientras se espera conocer las medidas que podrían adoptarse para que se eviten situaciones de este tipo, el grupo de ciervos de San Amaro acogió ayer la incorporación de esta cría que poco a poco, conforme vayan pasando los días, irá adaptándose al nuevo hábitat natural.
La Ciudad desconecta los altavoces
Han sido tantas las críticas por la colocación de altavoces en el Parque de San Amaro para ofrecer hilo musical, que la Ciudad ha dado orden de que los mismos sean desconectados y se anulen. Así, desde ya, tal y como confirmó el responsable de Medio Ambiente, Gregorio García Castañeda, a ‘El Faro’, se ha dado orden de que los altavoces no se activen más, evitando de esta manera las quejas que se habían hecho público a través de cartas al director, por medio de Septem Nostra y sobre todo vía facebook con grupos de afectados denunciando las emisiones radiofónicas de ‘La Pública’ o la música enlatada a volúmenes dispares. Una emisión que estaba provocando que algunas aves se estuvieran desplazando del lugar asustadas o movimientos incluso en los característicos pavos reales. La Ciudad Autónoma, que indica no haber actuado de “mala fe”, ha atendido de esta manera la queja popular devolviendo, al menos en esto, a San Amaro su propia esencia natural. La que debe tener.