En las últimas 48 horas han conseguido colarse en la ciudad cuatro inmigrantes argelinos después de ser acercados hasta la playa del Tarajal por un joven a bordo de una moto de agua. El episodio ha puesto ya en alerta a la Policía Nacional y a la Guardia Civil, porque ambas fuerzas de seguridad recuerdan perfectamente los últimos veranos en los que la presión migratoria se disparó por esta vía. Colar a los inmigrantes de esta forma es fácil, ya que los motoristas cargan a los clandestinos y se entremezclan con los bañistas. Los acercan al Tarajal, bien hasta la orilla o muy cerca de la misma, para después escapar a Marruecos. En la arena espera algún enlace dispuesto a dar ropa seca al inmigrante para que éste vaya a la Jefatura Superior sin levantar sospechas sobre la forma en que ha pasado a Ceuta.
El hecho es que así han entrado en los dos últimos días estos cuatro clandestinos (dos en cada viaje). Se presume que el pasador haya sido la misma persona.
La Guardia Civil consiguió hace un par de años con la llamada ‘Operación Recinto’ terminar con una trama perfectamente organizada para la introducción de inmigrantes en la ciudad. Seguían este mismo método, que, a posteriori, estuvo más controlado. Así hasta ahora, cuando vuelve a llamar la atención el hecho de que se vuelva a hacer uso de estas prácticas.