{jaimage crop="TC" /}En el Día Mundial del Refugiado, EAPN-Ceuta reúne en unas jornadas a las principales entidades que trabajan con un colectivo cuya realidad no puede parecer lejana a la población
Ceuta se pone las pilas y celebra el Día Mundial del Refugiado llevando a cabo unas jornadas que han analizado la situación de millones de personas a las que no debemos dejar pasar sin más, sino comprendiendo la situación que les han llevado a establecerse en Ceuta durante una época de sus vidas. El pasado año, solicitaron asilo 400 personas, en su mayor parte, huyendo de sus países de origen por causas sociales. Una cifra que ha convertido en la ciudad, en la segunda de España, tras Madrid, que más solicitantes. Este año lo han hecho aproximadamente medio centenar. “Un 40% de los inmigrantes que llegan a Ceuta o bien por el paso fronterizo del Tarajal a pie o por el agua son refugiados”, apunta el director del Centro Temporal de Inmigrantes, Carlos Bengoechea, que inauguró las jornadas acompañado de la responsable de organización de las mismas, Carmen R. Fernández, de EAPN-Ceuta. Abogados, profesores, trabajadores sociales, psicólogos, han sido numerosas las personas que no han dejado perder la ocasión para “en definitiva conocer las diferentes facetas de la inmigración y fortalecer los conocimientos sobre los refugiados a través de una representación de las principales entidades que trabajan con ellos”. Desde el CETI, a Cruz Roja, ACNUR o CEAR, los ponentes analizaron con detenimiento el pasado, presente y retos que se presentan para gestionar estos flujos migratorios. En Ceuta, todos coinciden, quizá tengamos ventaja en lo que se refiere a conocer una realidad con la que se convive desde hace años. “De los 20 millones de desplazados que hay dentro del continente africano, 500.000 logran salir fuera y a Ceuta llegan unos 1.400”, apuntó Bengoechea para que el auditorio reflexionara a través de las cifras del problema. Los que llegan del país vecino buscan, en su mayor parte, establecerse cerca de su país de origen mientras que los que llegan de países del África negra, quieren cruzar el charco y no cuentan con un colchón social o familiar de acogida, lo que hace más complicado su viaje. Y los ceutíes, han ido comprendiendo poco a poco el sufrimiento de esas travesías que hacen obligados por las circunstancias. Desde que hace ya casi 30 años que llegó el primer refugiado hasta hoy, se han vivido momentos de tensión preocupantes como los hechos del Ángulo tal y como recordó Bengoechea en su ponencia. Le siguió el abogado y coordinador de actividades de Cruz Roja en el CETI, Halid Mustafa que explicó la labor de la entidad con los refugiados. Tras él, Alejandro Romero, abogado de CEAR en el CETI, aclaró el significado del término refugiado, que conlleva atravesar fronteras, y analizó la cuestión de los refugiados en la ciudad de Ceuta. Ya por la tarde, el oficial de protección adjunto de ACNUR, Juan Carlos Arnáiz, explicó al auditorio la situación de los refugiados a nivel mundial y apuntilló que desde el pasado año “está siendo un año muy duro para las organizaciones humanitarias que trabajamos con los refugiados porque ha habido una serie de crisis tanto por las revueltas árabes como económicas y de conflictos que repercuten directamente en esta cuestión”. ACCEM también estuvo presente en una jornada que ha mostrado, a l fin y al cabo el interés que existe en Ceuta por abordar este trabajo de manera profesional.
CONCIENCIACIÓN.
Las diferentes entidades que trabajan con el colectivo en la ciudad, se han unido auspiciadas por EAPN para contribuir a concienciar y para hacer llegar a la población una realidad que convierte a Ceuta en la segunda urbe española, tras Madrid, que contempla más solicitudes de asilo. Un stand en la entrada del salón de actos de las Murallas Reales daba información a cuantos se acercaban sobre como ayudar en este ámbito y el trabajo que se lleva a cabo.
Refugiados
En Ceuta los refugiados llegan buscando ayuda y huyendo de sus países de origen por razones sociales principalmente. La situación de desamparo que a mediados de los 80 existía fue evolucionando con la ubicación del campamento de Calamocarro y posteriormente el compromiso del Estado de la construcción del CETI, donde existen servicios sociales avanzados que contribuyen a su integración durante los 6 meses o un año que tardan en resolver sus expedientes. El número de desplazados forzosos el pasado año ha sido de 4,3 millones. De ellos, han cruzado fronteras (lo que marca la diferencia entre un desplazado interno y un refugiado), 800.000, que se unen a los millones que existen desde años anteriores. No faltó el análisis de la situación de los refugiados en Ceuta, abordada por el abogado de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado que trabaja en el CETI, Alejandro Romero.