La construcción de la barrera de protección en forma de muro hecha por Marruecos al otro lado convierte en prácticamente infranqueable este punto de pase. Aún así y quizá contagiado por el ‘efecto Melilla’ fueron bastantes los subsaharianos los que decidieron unirse para intentar una entrada masiva en la ciudad. También estuvieron alertadas las unidades del Servicio Marítimo ante la posibilidad de que algún inmigrante llegara a la playa, al objeto de llevar a cabo algún rescate que, finalmente, no tuvo que efectuarse.
Ninguno de los componentes del grupo consiguió entrar en Ceuta, ya que todos ellos fueron interceptados por los agentes vecinos. Los que sí se enteraron de este servicio fueron los vecinos de las viviendas más cercanas a la frontera, que vivieron una madrugada de infarto debido al dispositivo que de manera preventiva había organizado la Benemérita y que provocó el traslado de cuantiosas unidades hasta el lugar. Así lo contaban a ‘El Faro’, de madrugada, narrando cómo escuchaban los gritos de los inmigrantes en ese intento a la desesperada por llegar a este lado que fue frustrado. La presencia de inmigrantes en los montes hace temer este tipo de intentos de entrada por sorpresa. Al menos en el lado del Tarajal el blindaje marroquí está siendo efectivo así como la colaboración fraguada entre ambos lados tras las gestiones de las fuerzas de seguridad y de la Delegación del Gobierno.
Y en Melilla, muy preocupados por la tensión
El Ejecutivo melillense reconoció ayer que le preocupa el aumento de la presión migratoria sobre la ciudad hermana. Lo dijo el vicepresidente del Gobierno, Miguel Marín, que ha pedido una mayor colaboración por parte de Marruecos. Y es que la situación de Ceuta con la de Melilla poco tienen que ver, ya que, al menos por ahora, en la ciudad sí se está viendo la colaboración marroquí ya que las entradas de balsas que se han producido han sido anecdóticas en comparación con las que se produjeron el pasado año. Melilla asegura que es motivo de preocupación para su Ejecutivo, que está a disposición del Gobierno para hacer lo que esté en su mano por resolver ese problema. En todo caso, Marín insiste en que reducir la presión migratoria que se ejerce sobre Melilla depende del nivel de colaboración de las autoridades de Marruecos. Por lo que respecta a la entrada de menores extranjeros no acompañados, el vicepresidente confía que también en este caso la implicación del Gobierno de Rabat permita reducir esos niveles. La policía marroquí ha incrementado el número de efectivos desplegados junto al perímetro fronterizo de Melilla tras los intentos de entrada de inmigrantes registrados en los últimos días.