El Servicio de vacunas de la Ciudad Autónoma ha completado el traslado de sus dependencias al área de Sanidad del antiguo Hospital Militar. Un cambio de ubicación que, según fuentes del Servicio consultadas, fue una “decisión exclusiva del consejero de Sanidad, Abdelhakim Abdeselam”. El servicio llevaba prestándose cerca de tres años en la calle Álvarez, número 4.
El jefe del área de Vacunación, Javier Carrillo, ha informado que, previamente al traslado, avisaron mediante la colocación de carteles en la antigua sede a los posibles usuarios y “por el momento, parece que no ha llegado esta información a la ciudadanía, porque desde que nos trasladamos hemos notado un descenso en el número de vacunaciones”.
Este departamento cuenta con un equipo compuesto por tres trabajadores cuya dedicación es exclusiva: una DUE, una ATS y el propio jefe del Servicio. Además, y compartiéndolas con la consejería dirigida por Abdelhakim Abdeselam, también cuentan con una conserje y una administrativa. Y todos ellos son los encargados de coordinar las campañas de vacunación que la Ciudad Autónoma de Ceuta desarrolla.
Una de las principales líneas de acción del servicio se basa en los centros escolares de la ciudad, concretamente 28, en los que se distrubuyen y facilitan las vacunas previstas en los calendarios de cada uno de los alumnos, desde quinto de Primaria a cuarto de Secundaria.
Una iniciativa que, según Carrillo, “consideramos mucho más operativa porque así evitamos que las madres tengan que acudir a los Centros de Salud, con los trastornos que conlleva”.
Exceptuando la vacuna contra el papiloma humano, que tan solo la administra la Ciudad, el servicio de vacunas inmuniza contra las mismas enfermedades que el INGESA: Difteria, tétanos, tosferina, meningococos, sarampión, paperas, rubeola, varicela y hepatitis A y B.
Otra de las áreas de acción del servicio que dirige Javier Carrillo es la lucha y control del virus de la rabia, “que tiene una mortalidad del cien por cien en humanos”.
Según Carrillo, “Ceuta es un centro de referencia” porque, a diferencia con la Península, la ciudad está físicamente unida a Marruecos; un país “en el que tenemos constancia de la existencia de casos de rabia humana y animal”. Por este motivo, en Ceuta, “en ocasiones, se presentan casos de rabia animal”.
Por último, el servicio de vacunas también ejerce de “policía sanitaria mortuoria”, controlando que los cadáveres que salen de Ceuta lo hagan “con todas las garantías sanitarias exigidas”.