Los policías nacionales siguen exigiendo medios en Ceuta para poder ejercer su trabajo con la mayor seguridad posible. Uno de los sindicatos que más está trabajando para conseguirlo es la Confederación Española de Policía (CEP) con su secretario provincial Eduardo García a la cabeza.
“En la CEP llevamos ya mucho tiempo defendiendo que la seguridad física y jurídica de los policías tiene que ser una prioridad para la DGP. Ese es, de hecho, uno de los motivos del conflicto colectivo que mantenemos desde hace once meses frente al Ministerio del Interior -otros sindicatos se niegan a declararlo, dando así oxígeno a quien desprecia nuestros derechos- y una de nuestras líneas de trabajo sindical permanente, bajo el lema ‘Tiene Delito”, ha señalado.
Es por eso que García resalta que para que los compañeros puedan tener mayor seguridad en su trabajo en la calle necesitan “medios de intervención” como “el dispositivo electrónico de control (el ‘táser’)”.
“Una herramienta esencial a la que, como venimos denunciando, la DGP sólo ha dedicado un esfuerzo de 3,35 millones de euros para comprar, entre 2020 y enero de 2024, 1.600 unidades. La cifra es ridícula. Y aunque gracias a la presión sindical se anunció en noviembre de 2024 la compra de otras 3.500 pistolas eléctricas -se recibirán 700 al año, entre 2025 y 2028- lo evidente es que las agresiones a policías siguen alcanzado niveles intolerables y que hacen falta muchos más dispositivos que los 1.600 que tenemos y los que van a llegar en los próximos cuatro años”.
Pero si eso es así, tampoco “es menor lo que ocurre cada vez que utilizamos este medio de intervención”.
Porque en noviembre de 2024 la DAO reclamó que las plantillas le informen cada vez que se use un táser o que se exhiba, aunque no se llegue a utilizar. Una orden que sonaba a fiscalización, a poner la lupa sobre nuestro trabajo de manera preventiva. Una petición que nuevamente llevaba a muchos compañeros a pensar que “en nuestra profesión existe una especie de 'principio de culpabilidad' según el cual hay que demostrar que cada vez que uno hace su trabajo lo hace bien”.
“Estamos cansados”
García ha señalado que “ya estamos cansados” de que siempre se ponga el foco en quienes se juegan la vida en la calle por proteger la de los demás. “En la CEP le pedimos a la DAO que nos explicara para qué se reclaman esos datos. La respuesta, por una vez, ha sido clara: el único fin de tal comunicación es poder valorar el efecto disuasorio y de inhibición de la conducta que puede producirse en los individuos ante la percepción de la amenaza inminente que genera la mera exhibición de este dispositivo y así velar por la integridad física de los agentes actuantes”.
“La aclaración es importante para zanjar la duda que planteábamos desde CEP. Pero a pesar de ello, estaremos muy atentos para que esto sea realmente así. Porque luego llegan los que usan estas estadísticas -que piden en preguntas parlamentarias los de siempre- para tratar de cuestionar el uso de la táser y medios similares. Si los tenemos, se pueden y se deben usar. Sin miedo. Sin lupas. Sin restricciones. Sin 'represalias'. Los compañeros saben, de sobra, cómo y cuándo hacerlo”, ha finalizado.
Situación de la criminalidad
El pasado mes de febrero el Ministerio del Interior publicaba los datos oficiales que se conocen sobre criminalidad y que están colgados en la propia web. Unos datos que recogen que, en todo 2024, ha sido la criminalidad en Ceuta un 0,9%.
El Ministerio del Interior publicaba ese balance de criminalidad correspondiente al cuarto trimestre de este pasado 2024, que engloba la evolución registrada en todo el año. En el caso de Ceuta se produce un aumento del 0,9% de los casos respecto del mismo periodo de 2023, siendo los delitos de robo con violencia e intimidación los que más han aumentado, en concreto un 66,7%.