La Ciudad ya ha tenido disgustos con el descuido de su patrimonio. La pasividad demostrada y el poco interés por cuidar lo que mantuvieron otras generaciones provocó, por ejemplo, el incendio del castillo de San Amaro.
Ahora lo tenemos anunciando el peligro de derrumbe. Sigue degradándose hasta que llegue el momento en el que la restauración será un imposible.
Ayer denunciábamos o, mejor dicho, alertábamos de lo que está pasando en el almacén de Rampa de Abastos. Todos lo vemos. Las paredes que sirven de ocupación para una persona que no está bien mentalmente ofrecen restos de las hogueras que prende a diario.
Septem Nostra, que conoce bien este BIC, advierte del peligro que es tenerlo así y teme otro incendio como el del fortín de San Amaro.
Llevamos años esperando que se ejecute el proyecto de rehabilitación de este lugar. Cinco, en concreto. La última (no) novedad es el compromiso de la ministra de Defensa por acelerar este proyecto patrimonial. Lo más grave e incluso denunciable sería que esa ejecución llegara demasiado tarde.
La dejación o más bien el desprecio que existe en Ceuta hacia el patrimonio es digno de una tesis. La clase gobernante es cómplice de que vayamos perdiendo poco a poco lo que teníamos obligación de cuidar.
Lo que quedó del pabellón de las Heras tendrá que ser derribado ya que su restauración es inviable tras años de inacción y ocupación. Esos mismos ocupas son los que llevan años en el entorno del camino de Ronda haciéndose dueños del fortín y batería de la Palmera.
¿Cómo se puede permitir esto?, ¿cómo es posible que bienes que deben estar protegidos se conviertan en casas particulares de algunos? Es el mundo al revés. El sistema no funciona, beneficia al ‘malo’ y perjudica al resto.
Si bucean en la hemeroteca de El Faro podrán leer crónicas de años atrás preñadas de anuncios de todo lo que supuestamente se iba a hacer con el patrimonio. Los resultados no hace falta adivinarlos, se ven.
La Ciudad tiene recursos suficientes para hacer bien su trabajo, para evitar que una persona que vive en la calle porque esta tierra no tiene albergue social ni da alternativas a los sin techo cause daños como los que está provocando en un BIC, para intervenir de inmediato antes de que perdamos parte de la historia física.
La clave radica en por qué no se trabaja. ¿Son incapaces?: entonces son puros estafadores que cobran mediante engaño porque no saben siquiera gestionar. ¿Son unos dejados?: entonces hay que denunciar y denunciar lo que pasa para que se den cuenta de que esto no se puede permitir.