La situación es insostenible en la frontera España-Marruecos por Ceuta. No solo se está humillando a especialistas aduaneros propios, sino que igualmente los empresarios y transportistas sufren las consecuencias de la actitud de las autoridades marroquíes teledirigidas que rechazan los envíos. Y lo sorprendente de todo esto es la difusión generalizada en los medios de comunicación marroquíes de todo lo que ocurre por inspiración superior, mientras que en España el gobierno de la Nación guarda silencio y no protesta ante las continuas degradaciones fronterizas a que nos tiene sometidos Marruecos. Y una de ellas es el tratamiento a los viajeros que no disponen de un régimen civilizado y dependen de los trucos de siempre o de la buena voluntad personal del aduanero marroquí de servicio.
Mejor sería considerar cerrada la Aduana Comercial España-Marruecos por Ceuta con base en lo ocurrido y al menos nos sentiríamos satisfechos de haber conservado el prestigio de nuestra patria frente a la poco amigable actitud marroquí. Seguiríamos recibiendo turistas desde nuestro vecino del sur para tomar el barco o visitar Ceuta y tendríamos que afrontar la situación de los trabajadores transfronterizos también sometidos a nuevos controles, pero al menos estaríamos respondiendo a la diplomacia de Marruecos que se beneficia de la flaqueza e inoperancia española y de la actitud poco enérgica de los políticos locales.
Porque la situación que aportaría una Aduana comercial de nivel europeo, podría significar un relanzamiento económico del norte de Marruecos y de sus trabajadores, frente a una parcela más de negocio de Ceuta que recibiría constantes productos procedentes de nuestro vecino del sur, exportando igualmente mercancías de todo tipo siempre que pudieran competir después de pagar los aranceles correspondientes.
Y no olvidemos a los turistas que llegan a Ceuta y la Península o viajan hacia Marruecos, junto a los cientos de trabajadores transfronterizos, hombres y mujeres, que se ganan la vida en nuestra ciudad y últimamente se sienten inseguros debido a la actitud cambiante y subterránea de nuestro vecino del sur.