Ocho menores han ingresado en las últimas horas en los recursos que dispone la Ciudad de Ceuta para hacer frente a la inmigración infantil de la que se desentiende Europa y para la que el Gobierno de la Nación todavía no ha hallado una solución efectiva.
Se reactiva ahora el debate sobre la reforma de la Ley de Extranjería, se reproducen las valoraciones políticas al respecto, pero a pie de frontera la situación no varía. Menos aún con los temporales en plena frontera sur.
El mar revuelto anima a chicos de Marruecos a echarse al agua con lo puesto, sin medir las consecuencias de esas decisiones extremas. Estos 8 menores son los que han ingresado en los recursos de la Ciudad Autónoma; 425 son los que hay acogidos en la actualidad, pero se desconoce cuántos puede haber en la calle o en casas de conocidos o familiares.
El mar, una trampa mortal
El mar, dicen, es una trampa mortal. Casi atrapa a dos jóvenes de Marruecos que fueron rescatados por unos policías nacionales este viernes. Ellos eran protagonistas de los intentos de pase que se están produciendo en estas jornadas de temporal, terminaron expulsados. De esos intentos continuados y diarios hay registro ni tampoco hablan las fuerzas de seguridad, ni mucho menos los recoge el Ministerio del Interior en su estadística oficial.
Los vídeos de chicos de Marruecos, adultos y menores, echándose al agua se comparten a través de perfiles dedicados a la exposición de esa inmigración clandestina. Todos tienen el mismo denominador común: buscan el pase en los peores momentos esperando que haya menos vigilancia sin medir las consecuencias para su integridad física.
La Guardia Civil registra intentos de pase continuados, como también el goteo permanente en el vallado. Es la constante en la frontera sur que solo sale en los medios de comunicación de vez en cuanto ante una iteración de fenómenos que dejan de ser noticia.
Las peticiones de búsqueda de desaparecidos aumentan, casi van de la mano de estas escenas de riesgo extremo.
La solución es que se queden en su país, mira qué simple.