Siguen las detenciones en Ceuta relacionadas con el suceso ocurrido el pasado fin de semana en el Príncipe, que terminó con varios individuos apabullando a la Policía Nacional y un perro disparado.
A los dos detenidos solo 24 horas después de los hechos, que quedaron en libertad con cargos a la espera de juicio, se suma otro menor localizado la noche del miércoles que ya ha sido condenado.
Fue la propia UPR la que lo reconoció durante una incursión en la zona del zoco y procedió a su detención y traslado a dependencias policiales.
Este jueves era presentado ante la autoridad judicial. Tras reconocer los hechos, aceptó una condena de 9 meses de libertad vigilada por un delito de atentado con medio peligroso.
El menor no está relacionado con el robo de la moto, que fue lo que motivó que los agentes acudieran al barrio al tener conocimiento de que se encontraba allí, sino con los sucesos ocurridos con posterioridad que se tradujeron en el lanzamiento de todo tipo de objetos además del empleo de un perro para atacar a los policías.
La denuncia del robo y el despliegue
Tal y como explicó la Jefatura Superior, se produjo la denuncia del robo de una moto en la barriada de O’Donnell. Al llegar al barrio, localizaron la moto en el zoco. Allí fueron increpados por un individuo “que reunía las características físicas aportadas por el testigo del robo del vehículo que fue quien azuzó al perro”.
La Policía justificó el disparo en que se produjo una situación de “fuerza, peligrosidad, agresividad y ataque inminente” que mostraba el can sobre los agentes, “por lo que tuvo que ser abatido con arma de fuego”.
En el atestado inicial se recogió que el perro había muerto, detalle del que dio cuenta la Jefatura en una nota de prensa, pero después en el juzgado se indicó que estaba vivo. La duda ahora es saber quién dice la verdad en torno al animal, aunque este extremo no está siendo objeto de investigación.