José Calatayud Aznar nació el 4 de noviembre de 1888 en Paiporta (Valencia), donde vivió hasta la edad de diez años, momento en que la familia se traslada a Valencia. Allí descubre su vocación y lo que posteriormente se convertiría en su profesión, la fotografía, ante tal vocación su padre le introdujo como aprendiz en un estudio de fotografía situado en una céntrica plaza de Valencia, donde se dedicó plenamente a lo que realmente le gustaba.
Con 18 años fue llamado para hacer el servicio militar, siendo destinado a Ceuta, ciudad en la que organizó su vida y convirtió en su residencia durante muchos años.
Se inició en la fotografía como afición, en sus ratos libres, mientras hacía el servicio militar, con una máquina de fotos que su padre le regaló al salir de Valencia, realizó sus primeras fotos a sus compañeros de filas y a la ciudad de Ceuta.
Escribir sobre la fotografía en Ceuta en las primeras décadas del siglo XX es hablar del Estudio Calatayud.
Después de varios años en Ceuta estableció su primer estudio de fotografía, la ciudad no contaba con muchos estudios, y además, comenzaba a despegar económicamente.
Así comenzó la profesión que duraría hasta su fallecimiento.
"Referente de Ceuta: Escribir sobre fotografía en Ceuta en las primera décadas del siglo XX es hablar del Estudio Calatayud"
Esta fuerte relación del fotógrafo con la ciudad de Ceuta sería también a nivel personal, pues a los 24 años contrajo matrimonio con Luisa Suñol Bajo, natural de Ceuta, fijando su residencia en el mismo lugar donde estaba el Estudio de fotografía y donde nacieron sus ocho hijos.
En su viaje de novios volvió a Valencia a ver a sus padres y, de regreso a Ceuta, se llevó a su hermano Manuel que entonces contaba 13 años y que se dedicaría plenamente a la fotografía convirtiéndose en su mano derecha.
José Calatayud fue toda su vida un luchador dedicado por entero a su trabajo, a su familia y a toda persona que le pidiera ayuda.
Establecido en Ceuta, el Estudio fue su prioridad, además de realizar reportajes para instituciones y empresas, ejerció como corresponsal gráfico incluyendo sus fotografías en las publicaciones periódicas que iban en continuo aumento. Publicaciones como La Unión Ilustrada, Blanco y Negro, Revista de África, El Eco de Tetuán, Revista de Tropas coloniales, etc., le demandan sus fotografías, en especial sus vistas de ciudades. Uno de sus reportajes más importantes será el que realice en 1920 con motivo de la primera ocupación de Xauen acompañando al general Dámaso Berenguer.
Así, Calatayud empieza a hacerse un nombre como creador de buenos reportajes realizados con pulcritud y discreción, dos de sus grandes cualidades.
Fue uno de los primeros gabinetes en fotografiar interiores de edificios públicos y domicilios, además de fotos de estudio y exteriores, y en abandonar los formatos antiguos de “Tarjeta de visita” para iniciarse en formatos mayores como la “Tarjeta postal” u otros superiores como el Cabinet y los llamados Boudoir e Imperial.
Le gustaba trabajar la placa directamente reforzando cielos, disimulando defectos y retocando para, finalmente, aclarar y oscurecer zonas en el proceso de revelado, sin dejar atrás los procesos de iluminación que le hicieron destacar como un gran iluminador.
Hacia 1920 José Calatayud amplía su Estudio extendiéndose a Tetuán abriendo allí una sucursal. El Estudio de Ceuta se dedicaría a la fotografía de estudio y venta de material fotográfico y el de Tetuán a bazar con estudio de fotografía.
La casa-estudio Calatayud de Ceuta estaba siempre llena de niños, empleados, clientes, amigos, hecho que agradaba a la familia Calatayud.
José Calatayud, hombre detallista y amable, recibía personalmente a los clientes a los que hacía pasar al Estudio una vez se había preparado el decorado.
Poseía un amplio piso, donde tenía instalado su Estudio, con diferentes platós y donde improvisaba diversos escenarios con cortinas de Damasco, cuadros, alfombras, estatuillas, flores artificiales y elementos de inspiración neoclásica, un auténtico mundo de cartón. Su éxito se medía por la variedad de sus ambientes y salones, y por la destreza de los retocadores para disimular fealdades y solapar los defectos de los retratados. El retrato de estudio fue el preferido de las clases medias y burguesas ceutíes, y así lo entendió José Calatayud.
Trabajó con fotógrafos como Bartolomé Ros, Francisco Rubio o Antonio Calvache, siempre en gran sintonía, formando parte de su círculo de amigos, pero si hay que destacar a uno de sus grandes amigos, este fue el pintor Mariano Bertuchi, a quien conoció en los medios periodísticos y al que uniría una gran amistad llegando a realizar fotografías de sus cuadros que se difundieron ampliamente como tarjetas postales consiguiendo así que Marruecos fuera un país ampliamente conocido y dejando un importante testimonio gráfico sobre la geografía, la historia y la cultura de esos territorios. Fueron dos enamorados de Marruecos y ello quedó patente en los cuadros de uno y en las fotografías del otro.
Las tarjetas postales, su gran apuesta
Muchos fotógrafos de Ceuta realizaron trabajos para postales, empleando la técnica de la fototipia, que no firmaron. La tarjeta postal era un medio de comunicación y también de publicidad. Calatayud realizó varias series de postales. Una de las primeras series fueron las fotografías hechas por J. Calatayud durante su estancia en Xauen en 1920. Otra serie de postales, que gozó de gran popularidad, fueron las vistas de la ciudad de Ceuta y, sobre todo, las vistas de ciudades de Marruecos: Tetuán, Xauen, Alcazarquivir o Larache, donde realizó fotografías de temas muy variados, monumentos, puertas, medinas, calles, interiores de edificios, etc.
Marruecos será el escenario favorito de sus fotografías donde dejó constancia de la belleza del paisaje marroquí y del encanto del mundo árabe creando un importante documento para la historia del Protectorado de España en Marruecos y para el estudio de la evolución urbana a comienzos del siglo XX.
"Marruecos: Escenario favorito de sus fotografías, donde dejó constancia de la belleza del paisaje marroquí y del encanto del mundo árabe"
Sin embargo, una de las series temáticas más atractivas e interesantes son las fotografías de tipos étnicos donde queda reflejado su amor por Marruecos y el respeto por sus gentes, contribuyendo a la creación de un importante catálogo antropológico y de escenas costumbristas marroquíes: el aguador, la escolta del Jalifa, los músicos, las bailarinas, los niños, etc., y además, fiestas tradicionales, mercados, ceremonias típicas, oficios, etc.
Desde un punto de vista técnico de la fotografía, las imágenes, en blanco y negro, presentan un detallado estudio de la perspectiva y de la persona, un amplio abanico de grises y un impresionante juego de luces y sombras.
Las postales fueron, además, una importante fuente económica para el Estudio que decayó con la Independencia de Marruecos en 1956 y la desaparición de los compradores en los años 60. Poco después de la Independencia de Marruecos se cierra el Estudio de Tetuán.
José Calatayud Aznar falleció en Tetuán el 22 de octubre de 1957, y por expreso deseo suyo, fue trasladado a Ceuta donde recibió cristiana sepultura.
Algunas de estas fotografías de Calatayud se conservan en el Servicio de Dibujos y Grabados de la Biblioteca Nacional de España, sin embargo, el conjunto del archivo fotográfico, principalmente placas en cristal, forma parte de Archivo General de Ceuta, y las cámaras y otros materiales de gran valor se conservan en el Museo de la ciudad.
Bibliografía
Gómez Barceló, José Luis: El Estudio Calatayud: fotografías y postales de Ceuta y Marruecos, 1914-1990. Ceuta: [Ayuntamiento de Ceuta], 2010
Archivo fotográfico Calatayud
https://www.ceuta.es/ceuta/archivo