Todas las formaciones políticas se han unido en la petición de responsabilidades después de conocerse la chapuza en torno a las pruebas psicotécnicas para optar a una de las plazas de la Policía Local. Que todavía ayer, cuando se desató la polémica, no hubiera hablado ningún responsable, flaco favor hace a la necesaria transparencia en cualquier procedimiento de este tipo.
Es inadmisible lo ocurrido, de ahí que exista precisamente esa unión en las consideraciones efectuadas por los partidos de la oposición que han exigido la depuración de responsabilidades.
No se habla solo de chapuza, de negligencia o de escándalo, que no dejan de ser calificaciones subjetivas en torno a lo ocurrido. Se habla de 43.000 euros, que es el montante abonado a Tragasatec para que se hiciera cargo de la realización de estas pruebas sin que haya tenido la mínima consideración a la hora de constatar que los resultados se podían encontrar en una revisión meramente superficial. En Youtube estaban colgadas desde hace dos años. ¿Es esta la seriedad que se ha tenido para la realización de este tipo de test?, ¿cómo se ha permitido que esto suceda?, ¿qué incompetencia se ha evidenciado?
Es grave que este tipo de cosas se produzcan en unos procedimientos públicos para optar a una plaza, ya que no hace sino promover sospechas en torno a las adjudicaciones y hacer fuertes las rumorologías de enchufismos.
Eso, una administración no se lo puede permitir, por ello era necesario que ayer mismo la Ciudad hubiera comparecido, emitido una nota de prensa o valorado lo ocurrido.
Optó por el silencio, por ganar tiempo, en una postura errática e impropia de quienes enarbolan la bandera de la transparencia.
Hoy, sin ir más lejos, se tiene que hablar, se tiene que comparecer, se tiene que dar una respuesta a este auténtico escándalo.