Ceuta y Melilla esperan la puesta en marcha de la aduana comercial. La gran incógnita que rodea este asunto no termina de esclarecerse hasta el punto de que ni las autoridades locales ni nacionales atisban un futuro claro en torno a la normalización de relaciones con Marruecos a nivel comercial.
El Senado ha aprobado una moción del Grupo Parlamentario Popular para instar al Gobierno a tomar las medidas necesarias para inaugurar la aduana comercial en Ceuta y reabrir la de Melilla.
Es al menos un paso dado para que se vuelva a hablar de este asunto, para que se ponga sobre la mesa el estado del mismo y se garantice al menos plazos, fechas, concreciones que echan en falta los ciudadanos en general y el sector comercial y empresarial en particular.
Fueron muchas las expectativas puestas en esas relaciones comerciales entre países, pero el hecho es que pasado el tiempo y tras los anuncios de las consabidas hojas de ruta, nada se ha escenificado de forma real para que exista una confianza en torno a un funcionamiento inmediato del paso.
Esta situación lleva a que las fronteras funcionen de manera anómala en cuanto al tránsito de mercancía derivando en sanciones por contrabando, enfrentamientos con guardias civiles y problemas por la nula normalización de esas relaciones.
Urge retomar esa negociación entre países a través de Exteriores para, al menos, cumplir compromisos y, sobre todo, remitir un mensaje de confianza a la ciudadanía para con los compromisos políticos no cumplidos.
Quedaros sentados porque de pie os vais a cansar