Cuarenta y tres alumnos de distintos colegios jesuitas procedentes de Barcelona y Lleida han llegado a Ceuta para conocer de cerca la ciudad y su realidad migratoria.
Durante su experiencia, están hospedándose en el centro Amor Fraterno de la ciudad. Son siete los monitores que acompañan a los jóvenes de segundo de bachillerato en esta aventura de crecimiento personal.
La misión de este viaje según el coordinador del grupo, Eduard Escudero, es “conocer la situación que se está dando en la frontera sur, cómo se vive y qué podemos hacer para sensibilizarnos”.
Para ello, han compartido espacio con jóvenes de la asociación Elín y Cruz Roja que han estado con los jesuitas conociendo el trabajo que desempeñan en asistencia a la inmigración.
Además de conocer las tareas humanitarias de Cruz Roja, también han tenido la oportunidad de entablar conversaciones con ciudadanos ceutíes que los nutrieron de información de primera mano.
En la mañana de hoy han visitado las fronteras del Tarajal y Benzú con el objetivo de conocer esta realidad más de cerca, “de primera mano”.
Han sido los propios jóvenes los que han compartido su experiencia desde ayer con FaroTV.
Isabel García ha sido la primera en intervenir. “Nos estamos llevando muchas sorpresas, es demasiado chocante ya que no lo habíamos visto antes, pero creo que estas reflexiones nos servirán para crear una opinión mucho más fuerte”.
Suele pasar que desde la península nada es como parece en Ceuta. “Desde la península nosotros vemos una parte de la realidad, recibimos una información de la que creamos opiniones y cuando hemos venido aquí hemos visto que igual debíamos cambiar alguna cosa, no teníamos toda la información”, ha relatado Aina Palouzie.
Las conversaciones ordinarias con los ceutíes han ayudado mucho a estos jóvenes para cambiar su mentalidad en cuanto a la ciudad.
Elia Guillera ha asegurado que aquello que mayor impresión le ha causado ha sido “poner cara a todas las historias y experiencias que nos han contado y conocer a personas que han podido cruzar la frontera y ahora se hospedan aquí en Ceuta esperando para llegar a la península.
También ha sorprendido a Guillera la diversidad de opiniones entre la población ceutí en cuanto a inmigración.
Esta mañana visitaron las fronteras del Tarajal y Benzú, ¿cómo han vivido este acercamiento a las fronteras?, Inés Soler nos lo ha contado. “Yo creo que poder visitar las fronteras que vemos desde la televisión es muy impactante y significa poner visión a lo que estas personas viven. La teoría es fácil pero la práctica impacta”.
Ser consciente de la situación migratoria y las vidas que se pierden por el camino ha puesto a reflexionar a estos alumnos jesuitas que venían con la intención de empaparse de una realidad desconocida en la península.
Y no solamente la imagen migratoria en la península es desconocida, también la propia ciudad de Ceuta.
Tal y como ha afirmado Pol Cunillera, “la imagen que traía es la que nos han dado en los medios de comunicación y redes sociales. Una imagen poco favorable. Al llegar aquí he visto que hay zonas muy parecidas a la península. He hablado con ceutíes y me han contado que la situación no es nada parecida a lo que transmiten los medios”.
El objetivo de visitar Ceuta era poder “tener varias opiniones y conocer lo que está sucediendo desde aquí, desde donde está pasando todo. Lo que queríamos era formar una opinión crítica y completa, porque desde los medios, nuestra opinión no es correcta”, ha instado Eulàlia Ticó.
¿Se humaniza más la inmigración cuando se vive de cerca? Paula Ariza lo tiene claro. “Sí, se humaniza mucho más porque en comparación con las noticias es verlo a través de una imagen y no se siente del todo. Venir aquí y poder ver a aquellas personas que han pasado a nado o a través de las vallas hace que te sensibilices más con las personas”.
“Nos va a costar interiorizar, reflexionar y sacar conclusiones un tiempo, pero creo que cuando estemos en Barcelona vamos a crecer mucho más como personas y poder explicar lo que hemos sentido aquí y nuestras opiniones”.
Además, todos coinciden en que el centro de la ciudad es muy parecido a la península, no tanto otras zonas visitadas, pero en líneas generales, visitar Ceuta ayuda a romper estereotipos y crear una opinión mucho más formada y crítica tanto de la ciudad como de la crisis migratoria.