A Vox parece que le da miedo que le salga un grano en las posaderas llamado ‘Se acabó la fiesta’, o quizá no den para más y hayan optado por recurrir al circo para generar espectáculos plenarios como el ofrecido ayer, cuando la cúpula local le dio permiso al defenestrado Carlos Verdejo para sacar la patita, aparcar sus tiempos mirando el teléfono móvil y provocar, que es lo único que sabe hacer.
Ni a Vox ni a Verdejo les interesaba que en los teléfonos móviles entre la cobertura marroquí, como reflejaban en su absurda propuesta sobre la que iban a debatir antes de optar por el insulto.
En el fondo solo querían tirar cable para volver a las andadas, con un discurso que pasa por llamar marroquíes a los musulmanes y por despreciar a quienes sí son auténticos rivales políticos.
Son así de racistas. Esa es su definición, aunque como son tan cobardes les fastidia encima que se les califique de esa manera, pero lo son. Lo único que ha hecho Vox desde que irrumpió en el panorama local de Ceuta ha sido eso, insultar, tensionar, generar conflictos donde no los había y enrocarse en los mismos temas en los que todavía guardan a sus seguidores, temas que afectan sobre todo a los débiles, a quienes no pueden defenderse, o a los que menosprecian porque los consideran inferiores.
Ellos incurren en un comportamiento grave, pero no lo olvidemos, ellos son peligrosos por su odio, pero de igual manera lo son quienes les ríen las gracias, quienes les aplauden, quienes les siguen como corderos y quienes odian como ellos. Son los mismos, unos dan la cara y a otros los tenemos en muchos círculos profesionales como claros ejemplos racistas y atentatorios con quienes no piensan como ellos. Y eso sí que es peligroso, sobre todo cuando su profesión significa algo de poder.
Ahora les ha salido un serio competidor y temen perder el puesto que, para muchos, es su único ingreso económico porque están obligados a vivir de la política para mantenerse. Que se les acabe la fiesta es, sencillamente, lo que temen. Que se les termine el chollo y no puedan hacer lo que pretenden: un sistema a su antojo para apartar a los diferentes.
Tiene los días contados este "politicucho". Vergüenza a de darle por sentarse en grupo y, ante las cámaras, para demostrar su ignorancia y su nula educación. Le delata su escasa experiencia y el odio incrustado que padece. Nefasto sujeto sin carisma, sin preparación y sin ninguna educación, de pena.
¡Claro, claro! Porque a Ud. tampoco le gusta que diga las verdades sobre inmigración, enchufes y chiringuitos que VOX pone al descubierto y que gracias a ellos, el resto de los ciudadanos nos estamos enterando. Pues ojalá existan más partidos como VOX y el cuento de esos políticos de tres al cuarto se terminaría y sobre todo, la mamandurria que tienen algunos de ellos de 80000€ al años por estar el mayor tiempo que pasan en los plenos, jugando con el móvil
jaajj precisamente este se pega todos los plenos jugando al móvil, señor comunicador
La mayoria que les aplauden no dan la cara, y en especial lis de las redes sociales.