Me desperté a las 4 de la madrugada, el verano cambia mis biorritmos y, como decía el “Romance del prisionero” que no sé cuando es de día ni cuando las noches son.
¡Atentado contra Trump!
Esta era la noticia que dio la vuelta al mundo en unos segundos.
“"El expresidente de Estados Unidos tuvo que ser evacuado urgentemente de un mitin en Pensilvania después de que se produjera un tiroteo en el que Trump resultó herido en su oreja derecha. Una persona ha muerto por los disparos y otras dos están gravemente heridas”.
Trump levantó el puño para comunicar que es invencible incluso en este intento de magnicidio. Luego, me imagino, la literatura hará de las suyas creando el relato correspondiente.
Politicos y autoridades del orbe condenaron los hechos defendiendo que la violencia debe quedar erradicada en todas sus manifestaciones y que las ideas políticas y los partidos que las defienden no pueden tolerar estos comportamientos.
Como viene siendo habitual Vox volvió a echar toda la mierda que llevan dentro y acusó a la izquierda de generar estos odios contra los partidos ultraconservadores que vienen a salvar al mundo de los comunistas, chavistas, maleantes, maricones, abirtostas, inmigrantes, desarrapados, sindicalistas y de los enemigos que “acechan en la sombra” como decía el General Franco.
El atentado más mediático fue sufrido por J.F.K. El magnicidio de Dallas sigue sin resolverse y protagonizanto la historia reciente de los Estados Unidos.
Curioso resulta que la venta de armas como si fueran bolsas de palomitas compradas en Mercadona no se cuestione por los poderes mediaticos ni por partidos conservadores; la asociación nacional del rifle aboga por armarse hasta los dientes.
Las matanzas en institutos, en manifestaciones, teatros, eventos deportivos, colegios, iglesias y en cualquier sitio no es óbice para el cambio de paradigma: “Si quieres la paz, prepárate para la guerra”.
Trump será el candidato republicano frente a Biden en las próximas elecciones. Al parecer, la salud mental de los dos candidatos parece importar un comino a un país que presume de ser la democracia más grande del mundo.
A la espera de encuestas parece que la popularidad de Trump subirá por las nubes y que Biden será sustituido de urgencias para que los demócratas no sufran una derrota histórica.
Recordar que Trump ha sido declarado culpable de 34 delitos, lo que lo convierte en el primer presidente o expresidente de Estados Unidos en ser condenado en un juicio penal.
Podrá gobernar desde la cárcel sin problemas, si es que va a la cárcel, cosa que dudo muy mucho. Las mafias no tienen límites y los millonarios siempre irán al cielo.
El asalto al Congreso, el no reconocer la victoria de Bidem en las últimas elecciones, el acusar a la justicia de corrupta, vendida y dudar de los jueces que lo imputan son pecata minuta a la hora de ir a las urnas.
¿Qué valores? ¿Qué sentido de la justicia? ¿Qué tipo de sociedad idealiza el sueño americano?
En España no llegamos a esos extremos, la vieja Europa no ha abandonado la ilustración del todo, aunque poco a poco vayamos reculando y las conquistas sociales sean recuerdos de un pasado “involucionista” para los futuros gobernantes.
Las matanzas en Gaza siguen su curso, la guerra de Ucrania, la inmigración, la pobreza, los cientos de confluctos armados que no conocemos.
Al menos España ganó la Eurocopa y la oreja de Trump pasó a un segundo plano.