Una pelea entre pasajeros a bordo de un vuelo que se dirigía a Londres obligó a un aterrizaje de emergencia
Durante un vuelo aparentemente cotidiano con partida en Agadir y destino Londres tuvo que aterrizar de emergencia en el aeropuerto más cercano. El principal motivo del desorden en cabina fue la trifulca por ocupar los asientos.
El incidente ocurrió en un avión que partió desde Agadir, Marruecos, con destino a Londres Stansted, y se desató a 30.000 pies de altura debido a una disputa por un cambio de asientos.
Todo comenzó cuando un hombre en sus 20 años pidió a una mujer, que estaba sentada con su hija, cambiar de asiento para estar con su esposa e hijos. La mujer se negó, lo que llevó al hombre a amenazarla. Sin percatarse del conflicto, el avión despegó según lo previsto.
El conflicto comenzó después de que se apagara la señal del cinturón de seguridad. El marido de la mujer increpada salió en su defensa y llevó a una pelea que acabaría involucrando a más pasajeros. "Intentaban golpearse entre sí", relató un pasajero que viajaba en el avión. "Una de las familias formaba parte de un grupo más grande, y otros pasajeros comenzaron a sumarse. Una señora en la fila de atrás tuvo un ataque de pánico, los niños lloraban. Fue un efecto bola de nieve".
La situación empeoró cuando un pasajero se sintió mal durante el alboroto y la tripulación tuvo que administrarle oxígeno. El avión aterrizó en Marrakech, donde la policía detuvo a nueve pasajeros involucrados en la pelea. Este pasajero fue considerado no apto para volar por los médicos, pero se negó a desembarcar, causando nuevos problemas.
“Este pasajero se negó a desembarcar y comenzó ponerse violento con la tripulación, por lo que fue expulsado del avión por la policía del aeropuerto”, comentó la aerolínea.
“Creen que soy un terrorista. Por eso traen a todo el ejército aquí para acabar conmigo”, gritó el hombre, según un video publicado en el medio británico The Sun.
La policía tuvo que intervenir nuevamente para retirarlo del avión por la fuerza.
Desenlace e indemnización a los pasajeros afectados
El caos duró más de dos horas, y como resultado, la tripulación alcanzó su máximo de horas de vuelo, obligando a los 200 pasajeros restantes a pasar la noche en un hotel local. Solo estuvieron en el aire 36 minutos antes del aterrizaje de emergencia.
El vuelo reprogramado para la mañana siguiente también fue cancelado, y los pasajeros no llegaron a Londres hasta la noche del día siguiente al incidente.
Al llegar, los pasajeros abuchearon a la tripulación de Ryanair, frustrados por la terrible experiencia. En el comunicado de la compañía aérea explicaban que “un pequeño grupo de pasajeros se comportó de manera disruptiva, causando el desvío del vuelo a Marrakech”.
Se proporcionó alojamiento y transporte a los pasajeros afectados, y la aerolínea pidió disculpas por el retraso causado por el comportamiento incontrolable de algunos pasajeros.