Los últimos datos del INE sobre la pobreza en Ceuta son, sin duda, abrumadores. Con una tasa del 42,4%, la ciudad autónoma se sitúa a la cabeza del ranking nacional, superando incluso a Melilla. Pero lo más preocupante es la brecha existente entre el centro de la ciudad y el extrarradio, donde las cifras se disparan hasta alcanzar el 52,1%.
Estas cifras no son solo números, son realidades que viven miles de ceutíes cada día. Familias que no pueden llegar a fin de mes, niños que crecen sin acceso a las necesidades básicas y personas mayores que se ven obligadas a salir adelante con pensiones irrisorias. La pobreza en Ceuta no es solo un problema económico, es un problema social que lastra el desarrollo de la ciudad y condena a una parte importante de su población a la exclusión.
Las causas de esta situación son complejas y multifactoriales. La elevada tasa de desempleo, la precariedad laboral, la falta de vivienda asequible y la escasa inversión en educación y sanidad son algunos de los factores que contribuyen a la cronificación de la pobreza en Ceuta.
Sin embargo, no podemos obviar la existencia de una brecha significativa entre el centro de la ciudad y el extrarradio. Esta división se ve reflejada en todos los ámbitos de la vida, desde el acceso a servicios básicos hasta las oportunidades de empleo.
Es necesario un cambio radical en las políticas públicas para abordar la pobreza en Ceuta de manera efectiva. Se requieren medidas urgentes para reducir el desempleo, mejorar las condiciones laborales, garantizar el acceso a una vivienda digna y fortalecer los sistemas de educación y sanidad.
Pero no basta con medidas generales. Es fundamental diseñar estrategias específicas que atiendan a las necesidades particulares del extrarradio, donde la pobreza se concentra de manera más aguda.
La lucha contra la pobreza en Ceuta es un desafío que exige el compromiso de todos: administraciones públicas, agentes sociales, entidades del tercer sector y ciudadanía en general. Solo con un trabajo conjunto y coordinado será posible construir una ciudad más justa e inclusiva para todos.
En definitiva, los datos del INE son un llamado a la acción. No podemos seguir ignorando la grave situación de pobreza que vive una parte importante de la población ceutí. Es hora de actuar con determinación y urgencia para construir un futuro mejor para todos.