El Pleno aprobó ayer ubicar en el Hospital Militar una unidad de salud mental para crónicos además de un hospital psiquiátrico, siempre que el Ministerio de Defensa atienda la petición cursada en su día por la Ciudad. La medida obtuvo el visto bueno de todas las fuerzas aunque no dejó el asunto sin debate.
El concejal de Caballas Juan Luis Aróstegui defendió este asunto instando a la Ciudad a que se lleve a cabo “digan lo que digan los militares”, ya que, lamentó, se llevan multitud de acuerdos y convenios a pleno sin que luego se lleven a efecto.
“¿Se puede permitir que se tenga secuestrado el suelo de los ceutíes?”, denunció Aróstegui recordando que ya ha pasado la época de cuadrarse ante los militares y que este tipo de acuerdos deben salir adelante por el bien de la ciudad.
Lamentó que los acuerdos que luego no se cumplen sean meras “mentiras adornadas”.
Este punto, nacido de una propuesta del PSOE, se aprobó tras la presentación de una enmienda popular. Esta fue una técnica contemplada en el reglamento que despistó a las fuerzas políticas y que también tuvo su polémica en el pleno. Y es que Caballas llegó, por ejemplo, a retirar una de sus propuestas después de que el PP la enmendara, con lo cual cambiaba todo su sentido.
Este asunto fue motivo de crispación y forzó al presidente de la Ciudad y a la secretaria general a tener que explicar el funcionamiento plenario y el contenido del reglamento.