Las empresas chinas están apostando por Marruecos como centro logístico para producir y exportar a Europa, África y América baterías para coches eléctricos, aprovechando su situación geográfica, sus acuerdos comerciales, sus recursos y un ecosistema de automoción ya existente en el país magrebí.
El anuncio esta semana de que el grupo chino Gotion High-Tech abrirá una gigafactoría de baterías en Marruecos es el último de una serie de al menos seis empresas del gigante asiático que instalarán fábricas relacionadas con este producto, apoyadas por el Gobierno marroquí, que apuesta por convertir el país en referente en este campo.
Esta noticia llega después de un camino de dos años de estrechamiento de relaciones comerciales entre ambos países, en un momento en que la industria de automoción de Marruecos produce 700.000 coches anuales para Stellantis y Renault, y busca transformarse del motor térmico al eléctrico para cubrir la demanda europea.
La apuesta de Marruecos
“Marruecos apuesta muy fuerte por el sector del vehículo eléctrico”, dijo a EFE el director de Inversión del Ministerio de Inversión y Evaluación de Políticas Públicas, Hicham Chaoudri, quien recuerda que es el primer país extracomunitario que exporta coches a la UE.
Según Chaoudri, Marruecos quiere caminar hacia la producción de motores eléctricos y ha recurrido a China porque “son los líderes mundiales” del sector.
En 2016, el rey Mohamed VI visitó Pekín y consolidó la relación bilateral, y en enero de 2022 los ministros de Exteriores de los dos países firmaron un convenio en el marco del proyecto chino “Nuevas rutas de la seda” para facilitar la instalación de empresas chinas.
En abril de 2023, el ministro de Inversión marroquí, Mouhcin Jazouli, hizo una gira por China y a partir de ese momento ha habido un goteo de proyectos con inversiones de al menos 2.450 millones de euros en el país magrebí.
El más sustancioso es recién anunciado de Gotion, que invertirá casi 1.200 millones en su fábrica de Kenitra (norte de Rabat), donde ya existe un ecosistema de automoción en torno a la planta de Stellantis.
Un poco más al norte, en el complejo tecnológico Tánger Tech (cercano al megapuerto de Tánger Med), la empresa Hunan Zhongke Shinzoom Technology, especializada en equipos electromagnéticos y ánodos para baterías, anunció el pasado marzo que instalará una fábrica con una inversión de 460 millones de euros y dará empleo a 1.500 personas.
En la misma zona industrial, el grupo BTR New Material invertirá 278 millones en otra factoría para producir 50.000 toneladas de cátodos al año, indicó también en marzo su director general, YouYuan Huang, a un medio marroquí.
El eje Tánger-Kenitra-Casablanca
Una de las razones que atrae la inversión china son los recursos de Marruecos, donde se extraen materiales como fosfatos (es uno de los principales productores mundiales), manganeso y cobalto usados en estas baterías.
Pero el director de Inversión marroquí asegura que no es la principal. Según Chaoudri, hay cinco motivos que juegan un gran papel, como la “estabilidad económica y política del país” y sus infraestructuras, citando Tanger Med, sus autovías y su tren de alta velocidad que une Tánger, Kenitra y Casablanca.
También, dice, la “mano de obra joven y cualificada”, medio centenar de acuerdos de libre comercio -entre ellos con la UE y EE.UU.- y que la actual industria de automoción usa “energía eólica y solar”.
Además de las zonas de Tánger y Kenitra, las empresas chinas tienen previsto instalarse en Casablanca, la capital económica de Marruecos y que dispone de un puerto que quiere expandir su influencia. Este jueves, la autoridad portuaria anunció una nueva línea de mercancías, vía tren y barco, con la provincia china de Sichuan.
Allí la china CNGR junto con el 'holding' de la familia real marroquí, Al Mada, construirán una base industrial de precursores ternarios, fosfato de hierro y litio y reciclaje de baterías para “satisfacer la creciente y fuerte demanda de automóviles de nueva energía en Europa y Estados Unidos”, según la compañía asiática.
También en Casablanca, Zhejiang Hailiang tiene previsto instalar una planta con una inversión de 264 millones de euros para fabricar láminas para baterías de litio y servir a sus clientes de Europa, América, Medio Oriente y África, informó Bloomberg.
Una tercera empresa china, Tinci Materials, está en conversaciones con el Gobierno marroquí para trasladar su proyecto de electrolitos para baterías de la República Checa a Casablanca, explicaron a EFE fuentes cercanas a las negociaciones.
No solo su situacion geografica, tambien la mano de obra muy barata.