Un ataque con cuchillos de grandes dimensiones obligó a un agente de policía de la ciudad marroquí de Tánger a utilizar su arma reglamentaria para poder defenderse de las agresiones de unos individuos, en la noche del pasado jueves.
Según indica el portal de noticias del país vecino tanja24.com, el hecho se produjo en la calle Atlas de la norteña localidad del Reino Alauita, donde el policía, que trabaja como agente de la brigada antinarcóticos, se encontraba de guardia junto a otros dos compañeros de servicio y de repente fueron atados por cuatro personas que marchaban armados con cuchillos de grandes dimensiones.
Los datos facilitados por las fuerzas se seguridad marroquíes indican que el miembro del cuerpo policial sufrió una herida en el muslo durante la trifulca, pero logró coger su arma reglamentaria para emitir tres disparos de advertencia al aire.
Una vez disipada la riña, en agente fue examinado en el lugar y posteriormente se produjo su traslado al hospital para recibir el tratamiento necesario. Tras las primeras observaciones se determinó que su estado era estable.
Con el objetivo de conocer y determinar las circunstancias por las que se produjo este caso, el Departamento Estatal de Policía Judicial de Tánger, bajo la supervisión del Ministerio Público competente del país vecino.
Incautados 5 kilos de cocaína
Este viernes, las fuerzas de seguridad de Tánger han logrado incautar cinco kilos de cocaína además de importantes sumas de dinero procedentes del tráfico de drogas y un automóvil sospechoso de ser utilizado para el transporte de estas sustancias estupefacientes.
Entre el montante económico recuperado se encontraban en torno a unos 8,5 millones de dirhams y otra cantidad de moneda europea.
El sospechoso detenido ha sido sometido a prisión teórica en espera de la investigación judicial realizada bajo la supervisión del Ministerio Público competente, mientras continúan las investigaciones con el objetivo de detener al resto de implicados en este caso.
La policía marroquí tiene que acabar con la delincuencia en las grandes ciudades, sobre todo en Tánger donde cada vez más se están instalando mafias que perjudican el turismo y las inversiones