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Considera que la “actuación individual” de unos no debe empañar la imagen global y destaca el “valor ejemplar” de Hicham
El comandante general, Javier Sancho Sifre, valoró ayer el “comportamiento ejemplar” que tuvo Hicham Mohamed a la hora de interceder en favor de unos menores, en una actuación que terminó con un disparo a bocajarro en su abdomen y dos suboficiales posteriormente detenidos. Sancho Sifre no evitó ayer su comparecencia ante los medios de comunicación, para dejar clara la postura que la Comgeceu mantiene en torno a todo lo sucedido.
“En cuanto tuve noticia de que el presunto autor del disparo podía ser un miembro de la Comandancia General de Ceuta, el primer sentimiento fue de frustración, indignación y tristeza”, expuso el comandante general. “Nuestra profesión nos obliga a que seamos modelo de los valores que conforman nuestra sociedad, si hay alguien interesado en que se resuelva esto cuanto antes, en que la justicia actúe de la manera más rápida posible, es la propia Comandancia General de Ceuta”.
Sancho Sifre no dudó en defender la imagen del Ejército y de sus distintas unidades, separando lo que es el funcionamiento de toda la Comandancia General con lo que han podido llevar a cabo individuos en particular.
“Este tipo de conductas individuales, execrables solo manchan el nombre de la institución y el buen trabajo de sus componentes. Nosotros estuvimos colaborando desde el primer momento con la Policía, facilitando los datos que requerían. Quiero aprovechar para fecilitar a la Policía por su trabajo ejemplar en un tiempo verdaderamente récord”, expuso a los medios.
Eso sí, el comandante general no se olvidó ayer, en ningún momento, del auténtico protagonista de toda esta historia, del joven Hicham Mohamed, al que deseó una pronta recuperación, después de que haya sido trasladado desde la UCI a planta. Todavía está muy débil pero, al menos, su estado evoluciona favorablemente.
“Me gustaría destacar su actuación porque fue absolutamente ejemplar, nuestro deseo de ánimo y de recuperación para que sea lo más pronto posible”, sentenció.
Mientras, los dos detenidos por su presunta relación con esta causa han seguido caminos distintos porque la acusación que pesa sobre ambos también es muy diferente. El sargento primero de la Legión J.A.A., permanece en prisión preventiva acusado de un homicidio en grado de tentativa. Así permanecerá hasta que haya juicio, aunque en su declaración ha reconocido que el disparo no fue intencionado.
El otro compañero, el también suboficial O.R.P, ha abandonado la ciudad tras abonar los 6.000 euros requeridos de fianza, al pesar sobre él una acusación de encubrimiento. Está demostrado que él no participó en los disparos efectuados esa madrugada.
La colaboración del Ejército en este caso
La Comandancia General colaboró con la Policía Nacional en todo momento para el esclarecimiento de los hechos. Lo hizo como también lo hicieron otros cuerpos a la hora de acelerar esa intención de dar con los presuntos implicados. Desde la noche de la agresión la Policía intuía la participación de personas que tenían acceso a arma no clandestina, teniendo como referencia las importantes aportaciones de los testigos, que han sido claves a la hora de resolver el caso en ese tiempo récord. El cerco se estrechó a los minutos de producirse los disparos, porque todos los que lo vieron no dudaron en reseñar que quienes estaban detrás de los mismos tenían que ser personas conocedoras en el manejo de las armas, además de tener acento que no era de Ceuta ni tampoco de lugares del sur peninsular. La colaboración ha sido constante y transparente a la hora de avanzar en las indagaciones que fructificaron con la detención de la pareja en Almería mientras hacían maniobras.