Y seguimos para bingo. En ese tortuoso camino marcado por la falta de información, las medias verdades y el oscurantismo, la Ciudad saca pecho con la crisis/repunte migratorio para decir que Marruecos “no está cumpliendo” en la frontera.
No sé si con cargo a las arcas públicas el Consejo de Gobierno ha comprado la bola para adivinar el futuro y se han puesto a darle brillo hasta ver no ya lo que pasará sino lo que ya pasa en la ruta mortal de los espigones.
Gracias a esa claridad, que les ha llegado con años de retraso, ahora nos dicen que se han dado cuenta de que Marruecos no cumple y se ponen las pilas para ver la manera de perfilar nuevos viajes a Madrid con el objetivo de buscar la pomadita mágica para calmar la herida.
Y digo yo, ¿viajes para qué? A no ser que le hayan cogido cariño a eso de reunirse con los ministros… no sé qué pinta esta alcaldía pillando tren para contar la misma historia. Me da que el gobierno de Pedro Sánchez está ahora más preocupado por otras cosas que por Ceuta, su frontera, los espigones y lo que hagan los agentes marroquíes.
Vivas y su equipo pueden pedir las reuniones que quieran, solo servirán para que nos manden una fotografía y nos cuenten las mismas falsas promesas. Las cosas no cambian, tampoco era difícil entenderlo. No cambian con unas entradas ignoradas por un país que ve cómo sus propios nacionales se ahogan y no los rescata; no cambian por un país que además veta las devoluciones en una crisis que se alarga semanas y de la que nadie, vaya sorpresa, quiere hablar.
La situación es más complicada de lo que parece. Se avecina un verano mucho más enrarecido que el anterior, un verano en el que las mafias se frotan las manos para comerciar con personas para ganar dinero. ¿Qué harán entonces las autoridades de Ceuta?, ¿pedirán GRS para blindar las costas?, ¿cerrarán el puerto deportivo?, ¿qué nos contarán que ya no sepamos?
Mientras en el ayuntamiento siguen sacando brillo a la bola mágica, en la plaza de los Reyes no hablan. Así seguimos, para bingo.