Tenemos un ministro del Interior que no nos lo merecemos. Y digo que no nos merecemos porque no sé que habremos hecho los españoles para tal castigo, es tal la cantidad de supuestas mentiras, hay que decir supuestas -con esa palabra parece ser que se puede despotricar a gusto y sin ningún tipo de problemas-. Hace mucho que lo pienso de éste nuestro queridísimo Señor ministro, pero ya lo último es la gota que colma el vaso, los guardias civiles fallecidos en Barbate (D. E. P.) son el colofón (espero que sí, aunque lo dudo mucho) a su brillante carrera política.
Queridísimo ministro, haga usted el favor de regresar a su Bilbao natal, lo siento bilbaínos a alguien le tiene que tocar y él es de allí, así que a vosotros os toca aguantarlo cuando termine su periplo político que espero que sea pronto, muy pronto, hágalo posible, Señor presidente (otro que tal baila, ya le dedicaré otro día bonitas palabras a él) porque lo de dimitir no entra en su vocabulario, bueno ni en el del 99% por ciento de los políticos. Hay otra palabra que desconocen, que es tener vergüenza; no saben qué significa, aunque para eso están los diccionarios, pero bueno se lo digo yo: Turbación del ánimo ocasionada por la conciencia de alguna falta cometida o por alguna acción deshonrosa o humillante. ¿A nuestro ministro le turba algo? ¿Tiene conciencia? Son preguntas retóricas, ya conocemos la respuesta.
Fernando Grande - Marlaska, qué nombre más rimbombante, con los grandes Fernandos que hay en la historia: Fernando el Católico, Fernando III el Santo, mi señor padre (para mí el más grande), Fernando VII, ah no perdón, perdón … este “Gran” rey por poco provoca que hoy en día nuestra lengua oficial fuera el francés, nuestro día nacional el 14 de julio, cantáramos La Marsellesa y el Tour de Francia pasara por Sevilla quita, quita … qué pesadilla, lo único grande que parece ser tenía.... eso tenía en común con Rasputín (vaya dos). En fin, me desvíié del tema, y apedillarse Grande como su ego, eso sí que lo tiene grande nuestro sin par ministro del Interior, un ego tan grande como la Catedral de Sevilla o el Edificio Trujillo.
No le voy a rogar que dimita porque ha dejado claro que no lo va a hacer y yo tampoco me voy a rebajar a pedirle nada y exigir mucho menos. Esto lo hace un día sí y otro también el líder de la oposición y le entra por un oído y le sale por el otro. Por cierto, vaya líder de la oposición, con ese nivel no me extraña que Pedro Sánchez duerma muy tranquilo en la Moncloa si lo hizo con Pablo Iglesias como vicepresidente con Feijóo como oposición, a pierna suelta.
Se acabó la retórica y la ironía por mi parte Señor ministro: váyase, deje un cargo que le viene inmensamente grande, es el peor ministro del Interior de la historia, deje de tratarnos a los españoles como idiotas, deje su cinismo, sus mentiras (supuestas), deje de atrincherarse en su poltrona, deje la huida hacia adelante, respete a las viudas de los fallecidos que dieron su vida por este país (si no lo quería en el entierro de su marido por qué tuvo la desfachatez de ir), deje de creerse un ministro - juez y deje de impartir su propia justicia sobre nosotros, deje de hablar como si nos perdonara la vida, deje de sentirse por encima de los demás (porque no lo está ) y sobre todo deje que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado puedan protegernos y para eso deben de tener todos los medios que necesitan para combatir a los delincuentes; nos merecemos un GRAN país y eso sólo se podrá hacer sin usted en el cargo.
¡Váyase ya!
El peor Ministro de la historia dices. Te has retratado tú solito. Consideras que Manuel Fraga, Ministro de interior, durante la dictadura del asesino golpista, hizo bien su trabajo? Lo dicho, tú solito te has retratado.