El 9 de junio de 2017 los inmigrantes Mohamed G. y Sohail G. permanecieron encerrados en una casa de la Bajadilla de Algeciras hasta abonar 5.000 euros.
Ese era el precio pactado por cubrir la travesía entre Ceuta y Algeciras a bordo de una moto de agua. 5.000 euros por un trayecto de 10 minutos, sin chaleco salvavidas ni traje de neopreno. 5.000 euros por cubrir un enlace con una única garantía: no iban a ser interceptados por las fuerzas de seguridad.
O eso pensaban los integrantes de la organización que en agosto de ese mismo año fueron detenidos en un operativo llevado a cabo por la UDYCO de la Policía Nacional. Un año después de aquello, el Ministerio Fiscal ha pedido la apertura de juicio oral ante la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, solicitando hasta cinco años de cárcel para cada uno de los tres acusados que figuran en la causa, de un total de cinco detenciones.
Según consta en las investigaciones que dieron pie a este operativo, a cuyo procedimiento judicial ha tenido acceso El Faro, Mohamed y Sohail, inmigrantes sin papeles con deseos de alcanzar la península para después formar parte de ese grueso de sin papeles incontrolable, aceptaron el ofrecimiento de la organización que se encargaba, primero, de trasladarles al puerto deportivo, desde donde, a bordo de una moto de otra persona que no ha podido ser acusada, les llevaron hasta la zona del Faro de Punta Carnero, en Algeciras, en donde se les abandonó, después, cerca de la playa.
La Policía, que estaba realizando seguimientos, hizo hincapié en sus investigaciones en que la pareja fue dejada en una zona “rocosa, con fuerte oleaje”, poniéndose “en grave peligro su vida e integridad física”, sin protección alguna y llegando a sufrir, en el caso de uno de ellos, lesiones.
El trayecto estaba controlado por uno de los acusados, B.M.M., a quien el Ministerio Fiscal le relaciona con “funciones de control y vigilancia sobre las patrulleras ceutíes” para evitar que ese trayecto fuera abortado en algún operativo policial.
La segunda parte del pase llevaría a la intervención de otras dos personas, que también figuran acusadas en este procedimiento, el también ceutí M.A.L.E.F. y el algecireño, F.M.L., a quienes se les encomendaba la recepción de los inmigrantes y ocultación.
Y es que una parte del acuerdo se sostenía en el pase, pero este negocio sustentado en la explotación de personas tenía que tener su recompensa: un pago que era prioritario para que los inmigrantes obtuvieran su libertad.
Consta en las actuaciones que los dos sin papeles fueron recogidos, introducidos en un coche y escondidos en una vivienda de Algeciras hasta que se efectuó el abono del dinero, repartido entre los miembros de la organización. Las investigaciones policiales se saldaron con la localización de los dos inmigrantes a los que se les aplicó la Ley de Extranjería, siendo expulsados a su país.
Los tres únicos acusados en esta historia forman parte de un operativo llevado a cabo en un año en el que los pasadores explotaron al máximo las travesías en motos de agua.
Único delito solicitado de un rosario de acusaciones que marcaron la operación de la Policía Nacional
El Ministerio Fiscal pide 5 años de prisión para los tres únicos acusados en este procedimiento, a los que vincula con la presunta comisión de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros del artículo 318 bis 1 y 3.b. del Código Penal.
Un único delito que se mantiene en este caso después de que los investigadores de la Policía Nacional consideraran que había más, entre ellos el de pertenencia a organización criminal y secuestro. Este último sostenido en el hecho de que los inmigrantes trasladados eran retenidos en contra de su voluntad en una vivienda hasta que se hacía efectivo el pago por el pase.
En las investigaciones el CNP mantuvo además que los detenidos estaban detrás de una supuesta organización que se estaba dedicando a estas prácticas, es decir, la introducción de personas al otro lado del Estrecho después de su captación en Ceuta y su posterior ocultación en la península. Según la nota que difundió la Dirección General de la Policía, los puntos de desembarco podían ser no solo las costas de Cádiz sino también la zona de Málaga.
Una misma raíz y varios frutos
La detención de estas personas (otras dos más fueron puestas en busca y captura y de su paradero nunca más se supo) partió de una investigación originaria, una investigación matriz de la que derivaron varios golpes policiales con distinta carga delictiva entre sí.
De una raíz original partieron varios frutos, varias detenciones y diferentes casos, algunos ya sentenciados por los juzgados de Ceuta. ¿Qué tiene que ver un plan preconcebido para matar a una persona con pases de inmigrantes?
Un crimen abortado, quemas de bienes de la Policía y pases de inmigrantes: un origen
¿O estos con quemas de bienes particulares de agentes o de sus familiares? En principio nada, pero en el fondo coinciden en que las investigaciones y los arrestos nacieron de un mismo foco de escuchas telefónicas amparadas por la autoridad judicial.
Así, cuando la UDYCO estaba investigando las quemas de propiedades de agentes que pertenecían a este Unidad de lucha contra la Delincuencia y el Crimen Organizado, se toparon con la organización de un atentado, con empleo de arma de fuego, que se iba a cometer en Ceuta y que fue abortado. De esas escuchas partieron otras ramificaciones que les llevó a sostener la existencia de una red coordinada que estaba dedicándose a traficar con personas indocumentadas para sacarlas de la ciudad y trasladarlas de manera clandestina a la península.
Las escuchas telefónicas bajo amparo judicial avalaron los operativos
Hasta tres operaciones distintas salieron del mismo origen, algo que no choca dentro del procedimiento investigador que siguen las fuerzas de seguridad en el análisis y control de las escuchas seguidas en distintos casos bajo su competencia. La operación de marras se produjo además en un verano especialmente dramático por la conducta adoptada por pasadores de inmigrantes que no dudaron en arrojar a las personas que llevaban al mar, produciéndose varios casos de desaparecidos así como de muertes en el Estrecho.