4.500 productos básicos

Almacenes Bentolila, en colaboración con ‘La Caixa’, donó ayer 150 lotes de alimentos valorados en 5.000 euros a cuatro instituciones humanitarias

Tratar de paliar con un pequeño gran gesto las necesidades de decenas de familias ceutíes que, día tras día, abren su nevera y siempre la encuentran vacía. Este es el objetivo de la donación que ayer, en el polígono del Tarajal, se llevó a cabo por parte de Almacenes Bentolila y tuvo como receptores a cuatro  instituciones humanitarias de la ciudad. Un gesto que se enmarca dentro de la ‘Obra Social La Caixa’ y contó con la presencia de dos representantes de la entidad financiera, el director de Banca de Empresa en el Campo de Gibraltar y Ceuta, Miguel González, y el director del centro de Los Barrios, Fernándo Gámiz.
Cáritas Diocesana de la parroquia de Los Remedios, Media Luna Blanca, Cruz Blanca y las hermanas de las Adoratrices fueron en esta ocasión las tres instituciones escogidas. Así lo explicó el director de la empresa, Antonio Gil. “Son en total 150 lotes y cada uno contiene 30 artículos”, indicó. Si bien ayer se llevó a cabo una entrega simbólica, la definitiva tuvo lugar poco después en las sedes de cada una de las entidades, pues Almacenes Bentolila también puso sus propios medios logísticos para que los lotes llegaran a su destino y que, posteriomente, los beneficiarios se encargasen de repartirlo entre sus usuarios.
Leche, zumo, harina, fideos, arroz, aceite, cacao, café, galletas, fruta en conserva, legumbres, refrescos... La mayoría, artículos de primera necesidad que, a buen seguro, cubrirá las necesidades de varias familias durante los próximos días. “A pesar de las dificultades de la crisis ‘La Caixa’ ha decidido destinar un presupuesto de 500 millones de euros para obras sociales en todo el país”, comentó González, “dado el contexto, como hay mucha hambre, se está optando por reducir las obras de carácter lúdico o cultural para priorizar este tipo de donaciones”. Asimismo informaron de que el presupuesto para esta donación ascendió a 5.000 euros. “Antes mirábamos a África u otros lugares, pero ahora toca ayudar dentro de nuestro propio país porque la necesidad está ahí a la vista de todos”, aseguraron los directivos de ‘La Caixa’. Esta actividad se ha querido separar de las fechas navideñas porque “la necesidad se pasa todo el año, de ahí fijar esta donación para un día como cualquier otro”.

“Esto es una gran alegría, para nosotros y para las 180 familias que atendemos”

“¿Qué supone para nosotros? Una gran alegría, pues atendemos a 180 familias y, aparte, muchos otros ciudadanos que se acercan hasta nosotros a diario para que les echemos una mano”. María Isabel Pérez es la administradora de Cáritas de la iglesia de Los Remedios y, asegura, cualquier ayuda que llegue hasta la institución es bienvenida por los difíciles momentos que se atraviesan. “Generalmente las personas que vienen llevan bastante tiempo en paro y, tras esos años, se les han acabado las ayudas institucionales. No tienen ingresos”, perfila Pérez.

“No es la solución, pero acciones como ésta ayudan a paliar la necesidad”

El presidente de Cruz Blanca, Antonio Gálvez, recogió la parte que el establecimiento había asignado a la asociación humanitaria. En su caso no se llevaron en lotes, sino que solicitó a la empresa que le diera los productos en cajas para que “el reparto sea más justo, ya que hay familias de dos miembros, otras de cinco...”. A pesar de que reconoce que “desgraciadamente esto no es la solución a los problemas al ser una aportación puntual, sí que ayuda a paliar los alimentos necesarios para varios días”, también reconoce el esfuerzo de los empresarios “porque la crisis afecta a todos”.

“Para nosotros esta donación supone un alivio de varios días”

El secretario de la Media Luna Blanca, Dris Mohamed, fue el encargado de recoger el donativo alimenticio por parte de la institución sita en la mezquita de Sidi Embarek. “Para una de las familias con las que trabajamos el reparto de estos productos va a suponer un alivio de una semana o diez días”, explicó agradecido Mohamed. La garantía de saber que en casa contarán esas días al menos “con una comida caliente”. La mayoría de los usuarios de la Media Luna Blanca son familias con hijos del entorno de la mezquita de Juan Carlos I.

“A diario llama a nuestra puerta gente que no tiene de nada”

Las hermanas de la Casa de Acogida de Las Adoratrices, donde actualmente residen seis madres, siete niños y “uno más que está en camino” comentan que el goteo de ciudadanos que llaman a sus puertas en busca de ayuda es, en los últimos meses, incesante. “Nos topamos con gente realmente pobre, que no tiene nada”, explica la madre Terec Ariyamannil, “no solo se necesita comida, sino también ropa o objetos para los niños. Toda ayuda es buena tal y como estamos”.