Un total de 300 cheque-libro no se han presentado ante las papelerías y librerías de la ciudad, quedando el mismo número de alumnos excluidos de este programa de gratuitad de libros de texto para el curso 2019-2020, que comienza la semana que viene. Como comparativa de los datos de la Consejería, en el curso anterior no se canjearon unos 500 cheques, lo que supone una reducción del 40 por ciento en el número de canjeos.
Según el consejero de Educación y Cultura, Carlos Rontomé, este hecho también ha ocurrido en años atrás ya que hay familias que prefieren no hacer uso del cheque o se han despistado. “Lo que sí hicimos es dar más plazo en su momento (del 12 de julio previsto inicialmente hasta el 19 de julio que finalmente se ejecutó) para que tuvieran más tiempo para presentarlo, pero aún así hay gente que no lo quiere usar o que se ha despistado en ese tema”, ha detallado.
Cuestionado por los periodistas sobre la valoración que se hace de este instrumento para que los libros de texto no tengan un coste económico para las familias, Rontomé ha afirmado que el cheque-libro es “una ayuda bastante importante”, relacionada con la idea de que “la enseñanza básica debe ser realmente gratuita”. “Es una forma de compensar que otras administraciones no aporten estos libros o ayudas para libros”, ha comentado, agregando que esta iniciativa de la Ciudad complementa a las ayudas del Ministerio de Educación.
Sobre si se ampliará el cheque-libro al ámbito de la Educación Secundaria, el consejero ha aclarado que en esta etapa educativa se mantiene un programa de reposición de libros dotado con un presupuesto de 75.000 euros. Así, ha explicado que es un sistema de “préstamo” de libros para los alumnos, que lo devuelven al colegio para las siguientes etapas y se va reponiendo en función de su uso “y siempre a demanda de los colegios e institutos”.