Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado interceptaron ayer un total de 26 inmigrantes irregulares que, ocultos en los vehículos de los feriantes, intentaban embarcar de manera clandestina para llegar a la península.
Concretamente, el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) localizó a 22, de los cuales 7 son marroquíes, 5 argelinos residentes en el CETI, un subsahariano y 3 tunecinos, también residentes en el centro del Jaral. Además, detectó a 6 menores marroquíes residentes en ‘La Esperanza’. Por su parte, la Guardia Civil detectó a 4 inmigrantes, de los que 3 son argelinos y el otro marroquí.
Hasta la una del mediodía, momento en que el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, visitó los controles, se habían detectado 17 inmigrantes irregulares por parte de la Policía Nacional y otros 4 por la Guardia Civil. No obstante, Fernández Cucurull explicó en declaraciones a los medios que estos datos eran provisionales porque la denominada Operación fin de Feria estará operativa “un par de días”, en función de la capacidad disponible en los embarques.
Este año, el dispositivo fue distinto, ya que no se estableció control del Cuerpo Nacional de Policía en la salida del recinto ferial, sino que la Policía Local acompañaba a los vehículos de los feriantes desde el Parque Urbano Juan Carlos I hasta la zona portuaria, donde estaban establecidos los controles: el primero, de la Policía Nacional, y dos de la Guardia Civil.
El representante gubernamental dijo que este nuevo sistema se ha establecido a sugerencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. “Consideramos que es más lógico que el control se haga en la zona inmediata al embarque y no en la de Feria con la posibilidad de que algún inmigrante irregular pudiera tratar de subir a los vehículos en el trayecto que va desde la zona de Feria hasta el Puerto”, manifestó. El delegado del Gobierno añadió que en su visita a la zona portuaria, la Policía Nacional le había indicado que considera que este dispositivo es “más correcto por su cercanía al Puerto”.
La Policía Nacional contaba con un grupo dividido en dos subgrupos y también con la Unidad de Guías Caninos, mientras que el Instituto Armado tenía el detector de latidos, un perro detector de drogas y otro de personas y un total de 15 componentes.
El delegado del Gobierno explicó que este nuevo dispositivo, consistente en acercar al Puerto el control del CNP, “parece más operativo”. Además, agradeció la labor de apoyo de la Policía Local tanto en la OPE como en la Operación fin de Feria, haciendo posible que los vehículos procedentes de la Feria transitaran por la ciudad “con normalidad” y llegaran a la zona portuaria para ser sometidos al control, primero de la Policía Nacional y posteriormente de la Guardia Civil.
Fuentes policiales comentaban también en declaraciones a este medio que este sistema es “más efectivo” que el de años anteriores, cuando se establecía un control del CNP a la salida del recinto ferial. Y es que los vehículos se detenían por el camino en gasolineras y los inmigrantes aprovechaban para colarse en ellos, por lo que llegaban a la zona portuaria con algunos en su interior aun habiendo pasado este control policial. Ahora, al concentrar todos los controles en la zona portuaria, la fiabilidad es mayor. Cruz Roja también se encontraba en esta zona para prestar asistencia en el caso de que fuera necesaria.
Los feriantes valoraban este cambio, pero algunos se quejaban porque habían tenido que esperar en el recinto ferial para poder salir en dirección a la zona portuaria.
Los primeros inmigrantes fueron interceptados por el Cuerpo Nacional de Policía poco después de las ocho y media de la mañana. Eran en total cinco y estaban ocultos en el vehículo que transportaba una atracción infantil. “Cuando vi a uno de ellos parecía un maniquí, porque no se movía, para que no le viéramos”, comentaba un agente a un compañero. Esta atracción la habían plegado a las tres de la madrugada, por lo que los inmigrantes podrían llevar horas ocultas en ella, una larga espera que se reflejaba en los rostros de estos extranjeros.
Poco después, la Guardia Civil localizaba a otros dos inmigrantes ocultos en otra atracción, concretamente dentro de un cochecito. Fueron encontrados por el detector de latidos y vibraciones. En este control también detectaron a dos marroquíes ocultos en otra atracción. “Mala suerte”, manifestó uno de ellos a un agente mientras le mostraba el pasaporte.
El dato del primer día ya es superior al del comienzo del año anterior, concretamente en 3, ya que en el inicio de la operación del año pasado se detectaron 23 inmigrantes. Finalmente, el dato fue de 32.
Por otra parte, la Guardia Civil también le requisó a uno de los feriantes cartones de tabaco.