Se cumplen 26 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco, el que fuera concejal del Partido Popular (PP) en Ermua (País Vasco) a manos de la banda terrorista Euskadi Ta Askatasuna (ETA). En aquellos días, entre el 11 y el 14 de julio de 1997, miles de vecinos de Ceuta salieron a la calle a mostrar su repulsa por el secuestro y posterior homicidio del político.
Los recortes de El Faro de Ceuta dan cuenta de cómo se vivieron aquellas jornadas en la ciudad autónoma.
Todo empezó el día 11 de julio de 1997. La portada del diario informa del secuestro bajo el titular "ETA chantajea al Gobierno con asesinar a un nuevo secuestrado". Puntualiza además aquella primera página que Blanco era el tercer caso de características similares, secuestro y amenaza de muerte.
Destaca la información de aquella jornada que la banda terrorista, "ante la imposibilidad de continuar con el chantaje para el acercamiento de presos", debido a la liberación del también secuestrado, el funcionario de prisiones José Ortega Lara, decidió responder con esta acción. También se indica en el periódico de aquel día que las fuerzas de seguridad trataban de localizarlo, aún sin éxito.
Al día siguiente, el doce de julio, la portada del diario decano estaba ocupada por un montaje de fotografías de vecinos de la localidad, que habían salido a la calle a manifestarse, con el lema libertad.
Y es que, las reacciones no se hicieron esperar. Según las crónicas de aquella jornada intermedia, "unas cuatrocientas personas se unieron a un parón silencioso de cinco minutos, a la una del mediodía, a las puertas del Palacio de la Asamblea". El por entonces presidente de la Ciudad, Jesús Fortes y el delegado del gobierno, Javier Cosío, encabezaron una larga lista de cargos representativos de diversos sectores de la sociedad local.
Fortes valoró positivamente la reacción de la ciudadanía: "La respuesta de los ceutíes es un síntoma de que estamos cansados de que las personas que no quieren estar dentro del sistema de libertad establecido estén coaccionando de una manera cruel la libertad de los españoles". En la misma línea se pronunció Cosío: "Este acto es un rechazo total de la sociedad al terrorismo. Los ceutíes han vuelto a repudiar a la banda terrorista y esto es positivo porque se ha convocado a un buen número de personas", dijo.
El portavoz de Ceuta Unida (CEU) , José Luis Fernández Medina, indicó que, "un acto de esta envergadura es condenable y sobre todo el intento de chantaje que se pretende hacer al estado". Por su parte, el secretario general del PSOE, Alberto Núñez, calificó la situación de "barbaridad y una locura más en esa escalada de violencia contra las libertades, la democracia y la lógica pura. Hay unas urnas y unos votos donde pueden presentarse todas las opciones sin límite alguno".
También reaccionaron condenando el acto UGT, que tildó la acción como "un chantaje a la sociedad" y CSIF, que aseguró que la banda había "reinstaurado el corredor de la muerte". Asimismo, las asociaciones juveniles de Ceuta se unieron también para rechazar la acción de ETA.
Fue precisamente en la tarde de ese sábado 12 de julio cuando los terroristas dispararon en el cuello, en dos ocasiones, a Blanco. Lo dejaron abandonado en un descampado cerca de Lasarte, donde aún fue encontrado con vida, pero en estado muy grave y dándole los médicos pocas posibilidades de supervivencia.
La portada del fatídico domingo 13 de julio reza en su titular: "Ceuta, indignada, pide por la vida de Miguel Ángel Blanco". Añade además que el político se encuentra en estado de "coma neurológico" y muestra a vecinos de la Ciudad encendiendo velas en la vía pública.
La viñeta de Pepe Caballa y la Pavana quedaba completamente en negro, con una única palabra, "asesinos", en el centro del fondo oscuro.
El presidente de Ceuta se encontraba en Vizcaya y tras participar en una multitudinaria manifestación, vio como se confirmaba que la banda había cumplido con sus amenazas. Lo mismo el ceutí Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucía: "Estábamos pidiéndole a ETA la libertad para Miguel Ángel y esperábamos que sirviera para algo, pero no han sido sensibles a la petición", lamentaba tras confirmarse su deceso en el hospital.
En aquel día floreció el debate sobre reinstaurar la pena de muerte. No se mostraba favorable a ello Ricardo Muñoz, presidente del Partido Popular de Ceuta. Tampoco el máximo dirigente de Ceuta Unida, Rafael Montero, quién si bien calificó a ETA como "el verdadero enemigo público número uno de la democracia y la convivencia en paz de todos los españoles" y a sus integrantes como "ratas odiosas y asesinas"; también indicó, a cuenta de la pena de muerte, que "con los ánimos tal y como los tenemos es preferible no pronunciarse porque podríamos lamentarlo después". Igualmente devastado se mostró Alberto Núñez (PSOE) que afirmó que los etarras "son unos asesinos e hijos de puta".
Numerosos vecinos, hasta completar el centenar, se concentraron ya esa jornada a las puertas del Palacio de la Asamblea, incluidos estudiantes navarros, al grito de "basta ya". Esa tendencia continuaría en la jornada del lunes 14 de julio de 1997. La portada de este diario rezaba: "España fue un clamor", "paz, unidad y libertad".
Diez mil ceutíes recorrieron las calles de la localidad con gritos de "Miguel", "asesinos" y "basta ya". Los líderes políticos destacaron que "no existía" precedente sobre una manifestación de este tipo en la ciudad. En Madrid, mientras, un millón de personas también se concentraban.
En los centros de trabajo se paró durante diez minutos a la hora del funeral de Miguel Ángel Blanco, "atendiendo a las solicitudes realizadas en todo el territorio nacional". El Pleno de la Asamblea lo nombró ese día, además, hijo predilecto.