La Asociación ‘Polillas’ echa el cierre este domingo a su LXX Asamblea General Fundacional de Antiguos Alumnos de los Colegios de la Guardia Civil. Lo hace tras múltiples actos en Ceuta y tras la celebración de una asamblea en la que abordaron asuntos de peso para la entidad. Una asamblea de la que, además, salió una propuesta importante: la de entrega de la Medalla de Oro para la Guardia Civil por sus 175 años. La idea no podía ser mejor: el Instituto Armado es valorado por los españoles, considerado y apreciado por la loable labor que desempeña como garante de la seguridad y en beneficio de los ciudadanos. La Guardia Civil ha sabido adaptarse al paso del tiempo, profesionalizarse, formar unidades que llevan con honor el haber logrado muchos reconocimientos a nivel nacional e internacional por sus operaciones. Como institución es una de las más respetadas en este país, de ahí que ser merecedora de este galardón no es más que significar el reconocimiento a una misión destacada para el bienestar común. Los integrantes, hombres y mujeres, de la Guardia Civil materializan en sus intervenciones la lucha contra unos delincuentes que no merecen ningún respeto ni consideración, por mucho que sigan moviéndose amparados por el silencio traidor de quienes valoran aquello que está al margen de la ley. La Benemérita lucha porque ese imperio del delito se desmorone y por hacer que cada vez sea mayor el reconocimiento de un país, de una ciudad, de un pueblo al trabajo silencioso de quienes nos dan garantías.