150 alumnos participan en las VII Olimpiadas de Biología

El IES Luis de Camoens acogió ayer una prueba entre los bachilleres de Ceuta

En tiempos en los que conceptos como la excelencia va sumando adeptos en el país, resulta congruente la realización de eventos como el desarrollado ayer en el instituto Luis de Camoens. Unos 150 alumnos pertenecientes a cinco centros de secundaria locales –solo faltó la representación del IES Almina– participaron en las VII Olimpiadas de Biología, cuyo ganador tendrá la oportunidad de presentarse con los bachilleres más letrados de España a finales de marzo en Murcia.

“No publicamos la lista de notas. Solo los nombres de los ganadores”, explicó Clara Benhamu, profesora del Luis de Camoens y una de las coordinadores de la prueba. “No está de más fomentar la competitividad, pero hasta un límite”, dijo Benhamu a los alumnos durante el preámbulo de la prueba.

No es nuevo el fomento de este tipo de pruebas en los institutos. La institución de exámenes nacionales e internacionales en materias lingüísticas y matemáticas peina ya canas. No tanto en su versión biológica, cuya edición actual cumple su séptimo cumpleaños. En su origen, como principal impulsador, Adrián Ruiz Laso, profesor del Abyla. Y, hasta la fecha, los institutos Siete Colinas (en tres ocasiones), Luis de Camoens (en dos) y San Agustín, copan el palmarés de los últimos seis ganadores: Víctor Romero, Virginia Parodi, Mariano Vallejo (por dos veces consecutivas), Esteban Lozano y Álvaro Rodríguez.

Llama la atención el sexo fuerte del podio en las últimas ediciones, toda vez que la presencia femenina en el salón de actos del instituto casi triplicaba ayer a la masculina. En el bachillerato de ciencias prima el gineceo. Por la parte del androceo, Jesús David, alumno de segundo de bachiller del Siete Colinas, futuro estudiante de Fisioterapia en Sevilla. Entre las féminas, sexo débil pero abrumadoramente mayoritario, Laura, compañera también del Siete Colinas, quien le tiran más los temas médicos. El Clara Campoamor tuvo entre sus representantes a Chaima, de 2º de bachillerato, más tendente a las materias genéticas o psicológicas. Meriem, por su parte, representaba al Abyla y, más allá de la prueba de ayer, lo tiene claro: enfermera en la especialidad de matrona, que será su verdadera olimpiada.

Estambul, Lisboa y el CSIC como horizonte entre los galardones
Solo uno de los 155 alumnos que se presentaron ayer a la prueba de Biología tendrá derecho a presentarse a la olimpiada en su ramo nacional. Será a finales del mes de marzo, en Murcia. De ahí saldrán otros cuatro nombres, correspondientes a otras tantas cualificaciones, que irán a Estambul a la prueba internacional. Otros cuatro harán lo propio en las olimpiadas hispanoamericanas que tendrán lugar en Lisboa. Pero Estambul y Lisboa quedan muy lejos. El ganador de la prueba de ayer tendrá derecho, además del honor de la participación con los más cultivados en la cosa biológica, a una beca de 500 euros. Y una semana de estancia estival en un centro del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El segundo y el tercer clasificado, por su lado, obtendrán sendas ayudas de 300 y 200 euros respectivamente. Y otros tres accésit más para los cuarto, quinto y sexto clasificados, que recibirán una placa conmemorativa. Pero antes de eso, mucho antes de los laureles, estaba la materia propia del examen. Entre otras materias, todo lo relacionado con la estructura celular, bioquímica en dosis microscópicas, la zoología y biotecnología –entre las preferidas por el estudiantado ceutí–, la botánica –gineceos, androceos y polinizaciones masivas– o la ecología. Y que gane el mejor, quien haya estudiado más.