En este otoño que se aproxima, en esta estación del año repetida en cada vida, van a pasar muchas cosas y en su ecuador, el 20N. Los esfuerzos mediáticos por saldar cuentas entre el bipartidismo, como si la cosa fuere de dos se acentúan e irán a más. Los nacionalistas y “transversales”, aspirarán a “hacer de bisagra”, de llave y equilibrio inestable según interese.
Otros seguiremos trabajando para el reconocimiento de una pluralidad que no reflejen los mecanismos electorales. Seguiremos atentos los acontecimientos, reconociéndole al movimiento de Mayo, entre otros, su capacidad de motivar y romper con la pasividad y el conformismo. Es cierto se ha de avanzar en clarificar su si o no estructura organizativa y si cabe, representativa en este marco de juego estrecho y mejorable, que no es fácil, pero es una experiencia que ya está en la Historia y al que le queda mucho por recorrer, al menos eso deseo/mos.
La aprobada reforma constitucional exprés, planteada con alevosía, nocturnidad y presión de “quienes nos sustraen soberanía y decisión”, está marcando una semana de “movida”, de respuestas, pues a lo de “a lo hecho pecho” interpretando a su libre albur, el momento y la necesidad de ganar “confianza”, decirles “nones”. La abstención teme y siente sus debilidades y esto ya es bueno para la propia democracia necesitada de una segunda transición.
Son tiempos en que los añorantes, los herederos del tardofranquismo los xenófobos se envalentonan, son momentos de unidad cívico-política que los tenga a raya y que denuncie a quienes les protegen.
La demagogia, la falsa promesa, el teoricismo de titulares y rimbombancia, el ¡yo más que tú!, intentarán ser capitalizados en bicéfalo a decantar, siendo esto un objetivo a desargumentar, pues hay otras opciones que merecen su oportunidad, y en esto, tristemente van a una. ¿Partido o sociedad? Ahora yo y mañana también, si se puede.
Ahora la “Constitución” se convierte en techo del despilfarro, cuando no hace tanto, ¿acaso lo permitía? Que constitucionalistas de pacotilla se me han vuelto los acostumbrados al cheque en blanco y no dar cuenta de sus veleidades.
Y el machismo constitucional institucional... ¡de eso no, de eso ni mijica, Gallardo, que no toca. Será, por cabezonería en otra, pero no para “monarquizarme”, pues no llego a tanto ni me seduce el oprobioso tedio.
Ya estamos casi en faena con el privilegio de tenerla, y duele a medias, pues a mi no me funciona “el ojo que no ve no sentirá” por sentido de responsabilidad, bien mamada. ¿y que dure, que dure...!15 M, casi cuatro meses de andadura