La Plaza de los Reyes dio ayer, por espacio de unas horas, un salto en el tiempo y retrocedió hasta ese instante en el que arrancó el calendario cristiano. Lo hacía para dar cobijo al ‘Belén Viviente’, una cuidada y colorista escenificación preparada hasta el último detalle por la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos.
No faltó el consabido Nacimiento –con Niño Jesús artificial para evitar el azote del frío–, el establo, los labriegos que acudieron a adorar a Jesús, los niños vestidos de partorcillos, el ángel que anuncia la llegada del hijo de Dios... Entre los actores improvisados, numerosos integrantes del FPAV. Incluso su expresidente, José Ramos, ataviado con uniforme de legionario romano. Tampoco faltó la vertiente solidaria: cajas en las que los visitantes podían depositar su contribución al Banco de Alimentos.