Este tema es uno de los más demandados a nivel nacional e internacional. La sanidad que conocemos hoy en día está muy desgastada e impide muchas veces el término «sanar», por las condiciones en las que pueda encontrarse el enfermo. Sí, lo que estoy queriendo decir es que en ocasiones, esta es muy injusta, por ejemplo, acudir a un médico de pago para solucionar un grave problema de salud. El conflicto radica cuando dicho enfermo está en insuficiencia financiera u otras por las que no pueda permitírselo, por motivos cuales sean.
El gobierno debería poner un remedio a esto y, aunque no inmediato, sí progresivo, «Igual que nos hundimos, podemos resurgir». Pero para ello, hace falta una buena combinación de decisiones entre los partidos, cosa que en parte es buena, al no «jugarnos todo a una mano» y que sea consensuado por varios representantes con distintos puntos de vista.
Si dejamos a un lado a España, se puede apreciar que no es el único país que carece de una perfecta sanidad u organización de esta. Sin ir más lejos, la sanidad de EE.UU, la cual es de pago, me parece deplorable, rastrera e inmoral. Es el tipo de cosas que hacen que hierva la sangre por pensar que tu salud depende totalmente de tu renta. Porque puedes estar muriéndote pero ellos no harán nada, lo cual me parece incoherente ante su trabajo, que dice que debe atenderse a todo enfermo si es necesario.
Pienso que ser parte de la sanidad es un tipo de acuerdo que realizas con el mundo, básicamente, darte a los demás. De ahí, que la sanidad de pago me parezca una incoherencia, ya que debería ser el Estado quien financiara todo lo referente a sanidad, pues para algo se pagan impuestos. Podría hablar de esto indefinidamente, al igual que son indefinidas las razones por las que llego a escribir esto y por la serie de injusticias sanitarias que se presentan diariamente. Lo peor de todo es que no hacen nada para cambiarlo. Podrían reunirse representantes de todo el mundo y decidir cómo poner fin a esta «guerra sanitaria». Todos merecen ser ayudados en las condiciones que se den, pues si perdemos lo que nos queda de humanidad, perdemos todo; y ya no humanidad sino el hecho de ser persona, ya que por lo visto ser humano equivale a ser despreciable. Y esto abre otro gran debate, la humanidad, y, ¿qué es eso? Para mí, es concentrar valores o mejor dicho, invalores, en un ser capaz de realizar actos (descripción dada fuera del término biológico) contra otras personas, de los que ocurren millones diariamente, y contra sí mismo, pues me parece una autodestrucción de la moral que inicialmente tenemos hasta que se va deteriorando por razones como esta.
La sanidad debe cambiar y no lo hará sola sino que entre todos, incluido nosotros deberemos ayudar, apoyar y reclamar lo que nos merecemos, es decir, una sanidad sin ánimo de lucro. Esto, claro está, no podemos conseguirlo por nosotros solamente pues tendrá que intervenir un órgano de poder y control. Desgraciadamente, este sería el gobierno, el cual no parece tener mucha voluntad por cambiar estos problemas o fisuras en su mandato. La solución emanaría, partiendo de nosotros, de una unidad del pueblo, nación, para afrontar todo lo que nos venga encima procedente de las imperfecciones del país, del continente y del mundo. Otra cosa que está clara es nuestra desconfianza para con el gobierno y otros cuerpos de influencia sobre este tema. Lo peor es que no van a ganarnos con promesas al aire y compromisos inciertos. Supuestamente deberíamos haber entendido ya que no podemos dejar nuestras vidas tal como son, en manos de seres como estos que, por otro lado, solo les interesa el poder, al margen de los resultados que ocasionen su legislatura.
Para poner un ejemplo de la falta de seguridad dentro de la sanidad, me gustaría añadir un caso, ocurrido en mi ciudad, Ceuta. Este es el de un niño ingresado en el hospital, con dos años y medio al que recetaron una incorrecta dosis de antibióticos, que hubiese sido muy perjudicial para él. Y ahora, ¿qué pasa? La madre ha expresado por medios de comunicación una mala praxis al pequeño. Este tipo de errores debe disminuir y más en estos casos, donde el niño es totalmente vulnerable; es decir, debe haber mayor responsabilidad dentro del hospital y con ello más cuidado.
Mi conclusión es que la sanidad junto con la llamada justicia, son totalmente falsas. Este problema ha de solventarse de aquí a un futuro cercano, si no, no sé qué será de España ni del mundo.