Zornoza toma posesión como nuevo obispo de Cádiz y Ceuta

Rafael Zornoza Boy (Madrid 1949) es desde las doce y media de ayer nuevo obispo de la Diócesis de Cádiz-Ceuta en sustitución de Antonio Ceballos, que deja el cargo apostólico tras cumplir la edad reglamentaria de jubilación.

La toma posesión de Zornoza Boy se desarrolló en la Catedral de Cádiz antes cerca de mil quinientas personas. El acto fue presidido por el nuncio del Vaticano en España, Renzo Fratini, y al mismo acudieron arzobispos y obispos de distintas diócesis españolas, fundamentalmente andaluzas, así como las más destacadas autoridades civiles y militares de la provincia. Para desearle suerte en su nueva misión evangélica, viajó hasta Cádiz una más que nutrida representación de la Iglesia de Getafe, de donde era obispo auxiliar, tanto religiosos como laicos.
En su homilía, impregnada como en el resto de la ceremonia de continuas menciones al beato Juan Pablo II, cuya fiesta se celebraba ayer sábado, el ya nuevo obispo asumió que aún no podía adelantar públicamente cuál iba a ser el camino pastoral a seguir al frente de la Diócesis, aunque en el mismo estaría más que presente “la profundización en el sentimiento de Cristo” y el reto de potenciar la evangelización, siempre necesaria pero aún más en tiempos de cambios sociales y crisis económica.
A la crisis que ha disparado los índices de pobreza y las cifras del desempleo sí hizo una destacada mención. “La agobiante crisis ha puesto en evidencia la falta de valores, el egoismo, la pérdida de Dios. Por ello es urgente comunicar la alegría de la fe, restableciendo la supremacía del Ser sobre el Hacer. Es un escándalo la pobreza y la gran falta de trabajo. Es el momento en el que cada uno asuma su responsabilidad propia para crear puestos de trabajo”.
En este sentido, mostró su satisfacción por el trabajo que en pro de los más necesitados ha realizado la Iglesia de Cádiz y Ceuta con Antonio Ceballos al frente, que él mismo pretende mantener y reforzar.
Previamente a él había intervenido el obispo saliente, Antonio Ceballos, que ha estado al frente de la Diócesis casi dieciocho años. Elogió la tierra en la que ha estado trabajando casi dos décadas, desde la Bahía de Cádiz a Ceuta pasando por la Janda y el Campo de Gibraltar, tierra de riqueza humana y de grandes valores sociales. “Te vas a encontrar con muy buena gente. Evangélicamente merece ser obispo de Cádiz y Ceuta”, afirmó dirigiéndose a Rafael Zornoza, con quien se fundió en un fraternal abrazo. Terminada la ceremonia, y mientras abandonaba la Catedral, Ceballos recibió una larga ovación de toda la feligresía.
Antes se había dirigido también a los fieles el nuncio de Su Santidad, quien trasladó al nuevo obispo la necesidad de “servir de ejemplo y ayuda para los sacerdotes”, recordando que el Papa “invita a los obispos a rememorar el sentimiento de la fe en momentos de cambio”.
Tras la ceremonía, Zornoza recibió el saludo de buena parte de los asistentes y acudió a un almuerzo con los obispos y sacerdotes presentes en la sede del Seminario Diocesano, ubicado junto a la Catedral de Cádiz.
La primera jornada de Rafael Zornoza como obispo de la Diócesis la dedicará a visitar Ceuta con una celebración en la Catedral ceutí a las doce del mediodía en la que, inicialmente, está también prevista la asistencia del nuncio del Vaticano y el arzobispo de Tánger.
A partir del ahí, el nuevo obispo contará con varias semanas por delante para definir cuál será su política pastoral y para cerrar los nombres de su nuevo equipo de gobierno de la Diócesis.

Una celebración digna, pero que estuvo alejada de todo boato

La Diócesis a la que Rafael Zornoza llega como nuevo obispo es una de las más austeras de todo el país. Ejemplo de ello fue la ceremonia de toma de posesión celebrada ayer en la Catedral de Cádiz: digna pero muy alejada de todo boato, sin duda impropio en una Diócesis con altas tasas de desempleo, elevados índices de pobreza y graves problemas migratorios. Conocedores de todo ello, los tres últimos obispos gaditanos, Antonio Añoveros, Antonio Dorado y Antonio Ceballos asumieron la necesidad de que la Iglesia se volcase, a pesar de sus escasos medios, en el apoyo de los colectivos más necesitados. La propia residencia del Zornoza en Cádiz se limita a un piso junto a la Catedral, mientras que la sede del Obispado necesita de importantes obras de reforma.
En todo caso, nada de ello le llamará excesivamente la atención al nuevo prelado. Al fin y al cabo viene de una diócesis, la de Getafe, con una elevada tasa de inmigrantes y donde la crisis económica está afectado de forma especialmente dura.
Aunque irá perfilando en las próximas semanas y meses cúal será su forma de actuar al frente de la Iglesia de Cádiz y Ceuta, sin duda repetirá aquí lo que ya impulsó en Getafe, donde tienen especial relevancia las delegaciones de Liturgia, Pastoral Universitaria y de Emigrantes. Su apuesta por la evangelización de los más jóvenes se dejó notar ayer en la capital gaditana pues al acto celebrado en la Catedral acudió una más que nutrida representación de jóvenes de la localidad madrileña, que animaron las horas de espera con canciones al pie de las escalinatas de la seo de Cádiz.
En la capital, además, la Iglesia ha tenido un papel relevante en la organización de los eventos del bicentenario de la Constitución de 1812, donde se ha implicado claramente en colaboración con el gobierno autónomo. La Junta ha mantenido unas relaciones más que estrechas con el equipo de Antonio Ceballos, fundamental para financiar las interminables obras que necesita el patrimonio religioso. Habrá que ver si estas buenas relaciones se mantienen con Rafael Zornoza, así como las que ha mantenido en estos años la Iglesia con el gobierno autónomo de la ciudad de Ceuta.