Ganar en derechos para los guardias civiles con decisiones básicas. Mejorar las
condiciones de trabajo en los considerados puntos vulnerables de control o vigilancia. Eso es lo que ha pretendido la
Delegación del Gobierno en Ceuta atendiendo la reclamación de la
Guardia Civil. Una Benemérita a su vez atizada por esa queja constante de la Asociación Española de la Guardia Civil -
AEGC- para evitar que los agentes siguieran, también este verano, siendo los ‘gorrillas’ de la
OPE o
vigilando el vallado sin zonas de sombra. Desde hace días se están ubicado varios puntos de protección en diferentes puntos del perímetro fronterizo. Se trata de toldos y mallas cedidas por la Comandancia General y ubicadas en áreas en las que suelen producirse más intentos de salto de inmigrantes.
Se colocan, aunque están expuestas a incidencias como que salgan volando a la mínima de viento si no se enganchan como se debe. Se lleva a cabo en áreas en las que además no existe ningún tipo de protección para el guardia civil que esté de patrulla, expuesto a una vigilancia mermada en zonas de sol en las que la visibilidad se ejerce peor y las condiciones de trabajo son más penosas. En esto puso el acento la AEGC, trasladando a la cúpula de la Benemérita las quejas de los agentes por este tipo de servicios. El equipo de mandos asumió también como propia dicha reclamación, que ya está siendo atendida.
Otro punto alejado del de los ‘gorrillas’ de la OPE
De momento se han colocado ya estas protecciones en algunos de los puntos del perímetro señalados como más sensibles, aunque se tiene que reforzar el enganche en los puntos que, nada más colocarse, se han visto afectados por el viento. Eso forma parte de la respuesta en la valla, pero también se va a disponer de los mismos medios en la rotonda de la carretera nacional que enlaza con el tramo que sube al
embolsamiento. Allí, el anterior verano, los guardias civiles fueron encomendados al control en la zona en plena OPE, toda vez que los vehículos de marroquíes acudían directamente a la frontera sin desviarse antes hacia la explanada de Loma Colmenar.
Los transformaron en una especie de ‘gorrillas’ con una sombrilla, lo que llevó a la protesta de la asociación de guardias civiles no solo por las condiciones del puesto improvisado sino también por el empleo de recursos en algo que consideraban no era de su competencia.
En este lugar se va a colocar en estos días este tipo de mallado y punto de control cedido por el Ejército para establecer una base necesaria porque, a pesar de que se han colocado señales en árabe para informar de la obligatoriedad de acudir a la explanada, los vehículos que marchan a Marruecos siguen acudiendo directos al Tarajal en donde son obligados a retornar. Estas medidas de protección se irán colocando por fases en estos días.
Lucha por tener más personal
Al margen de la consecución de estos logros en recursos, desde la AEGC se sigue insistiendo en la necesidad de dotar de más personal a la Comandancia, así como de reforzar el número de efectivos y recursos en el mar, ante el aumento de la presión migratoria que se espera este verano o de los intentos de pase de drogas. Para la asociación urge un control permanente en los espigones para frenar los intentos constantes de jóvenes que se echan al mar, así como disponer de patrullas suficientes en las distintas áreas al objeto de reaccionar ante entradas numerosas o contra la radicalidad que domina los pases de drogas o petacas de combustible para abastecer a las narcolanchas.