Diego Sánchez de la Cruz, director del Foro de Regulación Inteligente y profesor de la Universidad Camilo José Cela, presentará este martes en la Biblioteca Pública del Estado (11.30 horas) un informe titulado ‘Redefiniendo la economía del sur: oportunidades y desafíos de futuro de Ceuta y Melilla’ en el que concluye que la creación de una Zona Económica Especial (ZEE) en las ciudades autónomas “que tome como referencia el modelo de las Islas Canarias” tendría “un impacto de 100 millones de euros” y conllevaría “la creación de mil nuevos puestos de trabajo”.
Se trata de una posibilidad que se ha barajado en múltiples ocasiones, pero que nunca se ha materializado en una iniciativa formal aunque Compromís la planteó en el Senado para Melilla.
Según el autor, que cifra en más de 5.000 las existentes en todo el mundo, “las ZEE fueron vitales para el rápido crecimiento experimentado por China desde los años 80 hasta la década de 2010, experimentando tasas de aumento de la actividad muy superiores a las del resto del territorio”.
Desde entonces, organismos multilaterales como el Banco Mundial y expertos de gran prestigio como el Premio Nobel de Economía Paul Romer han apostado por las ZEE como un formato “capaz de sacar adelante la producción de áreas que presentan determinados condicionantes que, a priori, limitan o constriñen su crecimiento económico”.
En España solo existe una, la canaria, pero De la Cruz opina que “Ceuta y Melilla, dada su situación geográfica y su necesidad de desarrollo económico y potencial, serían por tanto buenas candidatas para la autorización de una segunda“.
"La principal apuesta aparejada a las ZEE es la de proporcionar una serie de ventajas y beneficios fiscales a empresas y ciudadanos"
“Si el impacto fuese similar se podrían generar más de 100 millones de euros adicionales de producción, así como más de 1.000 nuevos puestos de trabajo”, calcula.
Los gobiernos y asambleas de ambas ciudades deberían acudir a las Cortes para defender esta iniciativa, en forma de Proyecto de Ley o como iniciativa legislativa.
Este régimen debe ser autorizado por la Comisión Europea. “La principal apuesta aparejada a las ZEE es la de proporcionar una serie de ventajas y beneficios fiscales a empresas y ciudadanos que invierten en estas demarcaciones”, destaca el experto, que presentará su trabajo junto al director del Observatorio de Ceuta y Melilla, Carlos Echevarría; a su homólogo del Instituto de Estudios Ceutíes (IEC), José Antonio Alarcón; y al decano de Ciencias Sociales de la citada institución, José María Campos.
En términos comparativos, en el Impuesto de Sociedades, por ejemplo, el tipo de referencia en el conjunto del territorio nacional asciende al 25%, mientras que en Canarias se aplica un 4% sujeto a distintas condiciones, como la creación de empleo en el archipiélago.
Además, se permite la exención del IRPF a los no residentes, “algo vital para atraer a nómadas digitales y otros tipos de trabajadores en remoto propios de la economía del conocimiento que cada vez tiene más recorrido en el siglo XXI”.
Asimismo, los dividendos distribuidos por filiales de entidades en la ZEE a sociedades matrices se encuentran exentos de tributación, al igual que sucede con los intereses y las rentas obtenidas por personas residentes en cualquier otro estado que pro- vengan de la actividad generada en la Zona.
Por añadidura, no se paga el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados cuando se trata de operaciones orientadas a la adquisición de bienes inmobiliarios, activos o derechos destinados al desarrollo de la actividad mercantil.
Por último, las operaciones de entrega de bienes y prestación de servicios de empresas pertenecientes a la ZEE también están exentas de imposición indirecta, al igual que ocurre con las importaciones de bienes realizadas por las compañías de esas jurisdicciones.
En Canarias, aproximadamente el 10% de las empresas que cumplen con los requisitos para ser integrantes de la Zona Económica Especial (ZEE) del archipiélago forma parte de ese marco diferenciado. Se trata de 270 empresas activas que, tras adherirse, han crecido hasta generar un valor de producción de 1.100 millones de euros anuales, soportando de esta forma más de 4.500 empleos.
Para acceder al régimen de baja tributación De la Cruz cree que entre los requisitos a imponer debería estar “ser una entidad o sucursal de nueva creación, con domicilio y sede de dirección efectiva en el ámbito geográfico” de las dos ciudades autónomas.
También “que al menos uno de los administradores de la entidad resida en Ceuta o Melilla” y un compromiso de inversión mínima en activos fijos afectados a la actividad, dentro de los primeros dos años de actividad desde el momento de la inscripción”.
El autor del informe explica en su trabajo que “estos requisitos de inversión pueden reducirse cuando el número de empleados sea mayor”.
Igualmente se presupone que se reclamaría la creación de un número mínimo de puestos de trabajo en los primeros meses de inscripción y mantenimiento de los mismos durante los años en los que la entidad esté adscrita a la ZEE.
Otro requisito incluiría un impulso a las actividades orientadas a los servicios digitales, con un tipo de gravamen reducido del 4% de aplicación a los beneficios derivados de operaciones de comercio mayorista “incluso cuando los bienes no pasen físicamente por Ceuta y Melilla, siempre y cuando esta actividad se centralice en las ciudades autónomas”.
De la Cruz opina que el tipo de proyectos “debería centrarse en actividades intensivas en conocimiento, consideradas como innovadoras” o en las “relativas a sectores prioritarios para el desarrollo de Ceuta y Melilla, como pueden ser el tecnológico, el informático, el logístico o el científico”.
También en aquellas “volcadas en el despliegue de recursos humanos que eleven el empleo de las ciudades por encima de los requisitos mínimos que se exijan”.
El especialista considera que, más allá de la ZEE, los sectores que ofrecen un mayor potencial de crecimiento son “los vinculados a la actividad marítima y comercial de sus puertos” y que habría que “replantear la gestión de ambas localidades en base a los principios de las ciudades inteligentes”.
A su juicio “los estrechos vínculos sociales, económicos e históricos que Ceuta y Melilla han mantenido a lo largo de los años con la comunidad de Andalucía hacen recomendable que ambos territorios impulsen su actividad económica y comercial a través del reforzamiento de los lazos que unen a ambas jurisdicciones” para “dinamizar actividades” y “coordinar planes estratégicos”.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha difundido este jueves la resolución por la cual…
El PSOE de Vizcaya ha aprobado una enmienda a la ponencia marco del 41 Congreso…
Las Federaciones de Servicios a la Ciudadanía y Enseñanza de CCOO y UGT Servicios Públicos…
Ha podido ser una auténtica desgracia. Ha ocurrido a primera hora de este jueves en…
Una vez más el trabajo de Alejandro Pedrajas, escultor nacido en Ceuta, es reconocido. En…
La Gran Vía de Ceuta, una de las principales arterias de la ciudad, vuelve a…