La UNED de Ceuta ha recibido la mañana de este jueves la visita de la cúpula castrense por la celebración del segundo día de la vigésima edición de las Jornadas de Geopolítica y Geoestrategia, en las que el yihadismo en África y el Grupo Wagner han sido protagonistas de la mano de Carlos Echeverría, profesor y director de las jornadas; y Luis de la Corte, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.
Echeverría ha abierto las jornadas a las 9:00 horas analizando el terrorismo yihadista en África frente al comandante general de Ceuta, Marcos Llago Navarro. Un gran número de personalidades militares han acudido para nutrirse de todos los conocimientos con los que Echeverría ha dotado esta apertura de la jornada.
Frente a una sala llena de portadores de uniforme, Carlos Echeverría ha comenzado su ponencia poniendo en contexto la situación actual que vive el continente africano en relación al terrorismo y los vacíos que potencias europeas han dejado en el mismo siendo ocupados por Rusia o China, que tampoco se libran del enemigo común: el yihadismo en auge.
“En África, lógicamente, es donde estos países (China y Rusia) están generando dolor e inestabilidad y, obviamente, la inmediatez, que además lo voy a poner en una transparencia que siempre pongo la primera, es decir, Ceuta, Melilla, los Peñones, las Chafarinas, estamos en suelo africano”, ha comunicado Echeverría.
También ha tratado uno de los escenarios peligrosos que es parrilla informativa actual: el deterioro de la seguridad en el Sahel. Esta situación, ha dicho, “se está reflejando, entre otras cosas, en flujos migratorios irregulares de malienses que a través de Mauritania llegan a Canarias y, con ello, llegan a España y a Europa”.
La situación expuesta por Echeverría es catalogada por él mismo como “muy preocupante”.
“Hay, y desde hace ya cada vez más años, más de una década, muchísimas personas que en países como Malí, Burkina Faso o Níger viven en una situación cada vez más envilecida. En buena medida, no es la única razón. Pero, en buena medida, la amenaza yihadista es responsable de ello”, ha concretado.
Además, esta amenaza, que es muy potente, agrava otros problemas que también existen en paralelo y que tienen que ver con la situación económica o incluso con el calentamiento global, es decir, con cuestiones medioambientales.
“El vacío que se está generando en estos países, porque pensemos que la misión de las Naciones Unidas para la estabilización de Malí, que era una de las misiones más numerosas, más importantes de la ONU, con más de 15.000 efectivos, ha tenido que evacuarla porque así se lo han solicitado las autoridades políticas”, ha relatado.
Y, en este sentido, se ha dado también la evacuación de las fuerzas europeas, que también ha sido solicitada por Malí y por otros países del Sahel, según ha informado Echeverría.
En todo este contexto hay que añadir la presión de los golpes de Estado que se han producido en los tres países nombrados anteriormente y que han hecho que las relaciones con las naciones occidentales se hayan ido haciendo cada vez más complicadas.
En este aspecto, incluso los Estados Unidos han tenido que evacuar sus fuerzas. “Tenía dos bases nigerinas que utilizaban los Estados Unidos y cuando se produce un vacío en términos geopolíticos, los vacíos, más pronto que tarde, los llena otros”, ha detallado el profesor Echeverría.
En estas jornadas también se ha hablado del Sahel, que no se libra de la presencia rusa y china, pero tampoco de la turca, iraní y emiratí, “que son los actores que nos van reemplazando”.
“En ese reemplazo nos crece también la preocupación por aquello de que son otros valores los que desembarcan, son otras visiones, son otras percepciones y mi conclusión es bastante pesimista”, ha señalado.
Como bien ha indicado Echeverría, el futuro es de violencia y esto significa “un futuro de inestabilidad, porque también existen otros actores que podrían, en principio, ayudar a estabilizar esos escenarios, pero cuando hablamos de la tensión entre Argelia y Marruecos, que es algo que conocemos muy bien y que tiene distintas aristas, nos lleva también a entender que la vecindad norte del Sahel occidental, o del Sahel en este caso, pues no es una vecindad que pueda contribuir a mejorar las circunstancias, la situación, y en esa vecindad norte, antes de llegar a Europa, efectivamente están los países del Magreb”.
El estallido de la guerra civil en Sudán también ha sido un tema tratado. Echeverría se ha referido a la misma como “una guerra feroz, que no tiene los titulares, pero que sí tiene en cambio la guerra entre Israel y Hamas, o la guerra incluso entre Rusia y Ucrania pero es una guerra en la que se están generando muchas víctimas mortales, muchos desplazamientos de población, mucha frustración y por tanto un alimento añadido a una situación que ya en sí era preocupante, porque hemos empezado hablando del Sahel y esta situación se ve agravada por el deterioro de la seguridad en Sudán, donde además no hay en el horizonte expectativas de interrumpir esos conflictos y de llegar a una solución pacífica”.
A pesar de toda la situación expuesta, el profesor encargado de la apertura de las jornadas ha relatado que no todo es “blanco o negro”, sino que hay muchos matices.
Hemos visto como Europa se ha retirado de los lugares de los que se le ha pedido evacuar; sin embargo, países como Rusia o China no tienen escrúpulos para mantener su presencia, así como Turquía o Arabia Saudí, ”que tienen su propia visión y tienen las consecuencias que tiene su presencia”.
“Y, por supuesto, como son esa presencia y esas consecuencias negativas para el futuro en cuanto a la seguridad regional y a la vecindad con España y con Europa, pues deberíamos, cuando menos, plantearnos si es el camino correcto, el cerrar puertas y no el buscar resquicios para tratar de recuperar nuevas fórmulas de relación”, ha concluido Echeverría en declaraciones tras la finalización de su análisis sobre el yihadismo en África y la presencia de Rusia y China en el continente africano, sin estar ninguna de ellas exentas del auge del terrorismo.
'¿Qué fue del Grupo Wagner? La penetración paramilitar de Rusia en África'
Tras la intervención de Echeverría, ha tomado lugar frente a los presentes Luis De la Corte y su ponencia ‘¿Qué fue del Grupo Wagner? La penetración paramilitar de Rusia en África’.
El Grupo Wagner, como ha indicado el ponente, es una organización paramilitar que se creó hace justo una década en Rusia y que ha estado actuando como fuerza de seguridad, como cuerpo de seguridad y como fuerza militar, al servicio de los intereses rusos y al servicio de los intereses de algunos empresarios y oligarcas rusos en distintas partes del mundo.
Una de ellas ha sido en Ucrania, también Oriente Próximo, Siria hasta llegar a expandirse, sobre todo, por África en los últimos años hasta la actualidad.
“Es una herramienta fundamental de la política exterior rusa desde su aparición y tiene un vínculo muy importante. Es un vínculo muy estrecho en la actualidad con el Ministerio de Defensa”, ha relatado el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.
El Grupo Wagner ofrece, a los países donde opera, servicios de seguridad y militares a cambio de contratos para explotar recursos naturales, beneficiándose de recursos económicos por los servicios prestados.
Pero, “simultáneamente, esos beneficios se transfieren a Rusia. Es una herramienta de penetración de la influencia política rusa en todos aquellos países donde tiene presencia”. De esta manera, Rusia ejerce un poder mayor sobre estos países.