El cementerio de Sidi Embarek ha acogido el entierro del yemení cuyo cuerpo sin vida
fue recuperado en Benzú por los GEAS de la
Guardia Civil el día de la Constitución. Se ha esperado todo lo posible para que su hermano pudiera asistir al entierro pero la falta de visado ha impedido cumplir con esa voluntad de cruzar a Ceuta. No obstante este último adiós, este descanso final, ha tenido lugar con los rezos y la presencia de varias personas que han querido estar presentes aunque ni siquiera conocieran a este varón, de 47 años, que deja mujer y una hija de 7.
El ataúd ha sido trasladado por la funeraria Al Qadar al cementerio de
Sidi Embarek en donde, tras los rezos, ha sido enterrado en la tumba 4713 al lado de otros jóvenes que han muerto en el intento de cruzar a nuestra ciudad de la misma forma, bordeando los espigones fronterizos.
La historia de quien perdió su vida en el mar
Dhaif Allah Mansoor Hamood Al Dhaifani cruzó a nado junto a otro yemení en una madrugada en la que además de temporal hubo más entradas de inmigrantes por el vallado. Entre sus pertenencias se localizó la documentación que permitió saber quién era dando con su historia y comunicando lo ocurrido a un familiar directo.
Sus seres queridos no saben a ciencia cierta por qué cruzó, qué fue lo que le llevó a echarse al agua aquella noche. Estaba estudiando un grado superior en
Marruecos mientras que en su país de origen, en Yemen, era funcionario. Establecido en el vecino país, bordeó el espigón que separa Beliones de
Benzú encontrando la muerte en este lugar, en pleno cruce. Sus restos descansan para siempre en Ceuta. Una ciudad que se ha convertido en la última parada nunca deseada por muchos hombres y mujeres que buscaban en el pase de la frontera una oportunidad para prosperar. Los caminos de la frontera sur a veces siguen torcidos y dejan a muchas víctimas y a más familias atrapadas por el dolor no solo de haberlos perdidos, sino también de no poder despedirse jamás de ellos.